Mientras en Argentina la tensión es máxima de cara al crucial duelo ante Brasil de este sábado por las Eliminatorias, la situación en la "Canarinha" es completamente distinta, y así lo demostraron hoy durante la celebración del cumpleaños del portero Julio Cesar.

El meta del Inter cumplió hoy 30 años, por lo que desde Milán su esposa Susana Werner, consiguió hacerle llegar a la Granja Comary una torta decorada con los nombres de sus hijos Cauet y Giulia, además de una figura del portero sobre ella.

Después del almuerzo del plantel, la torta fue repartida entre todos los jugadores del plantel, acompañado del tradicional "parabéns pra você" (cumpleaños feliz).