El gobierno de Brasil planea crear una nueva empresa estatal para gestionar la distribución de agua en la región semiárida del noreste del país donde se construyen casi 800 kilómetros de canales para el transvase del río San Francisco, según informa hoy el periódico "O Estado de Sao Paulo".
Aún no se dieron a conocer los detalles de funcionamiento de la "operadora federal", según el rotativo. Asimismo, tampoco fue definido el costo del agua para la población tras el transvase.
La creación y el registro de la nueva empresa serán concretados hasta fin de año, cuando el presidente Luiz Inácio Lula da Silva termina su segundo mandato, pero antes de la inauguración de los dos primeros ejes de la obra, prevista para junio del 2011.
El transvase completo deberá ser concluido a fines del 2012. La obra es completamente financiada por la recaudación federal de impuestos y la más cara del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC).
Según datos del Tesoro Nacional Brasileño recogidos por la ONG Cuentas Abiertas, ya había costado hasta principios de septiembre 2.000 millones de reales (más de US$1.100 millones).
"Es una de las mayores obras hechas en el mundo", afirmó Lula. La alteración del cauce, a la que se oponen grupos de ecologistas, va a desviar agua del principal río de la región semiárida entre los estados de Bahia, Ceará y Pernambuco, una zona donde todos los años la población sufre con la sequía y depende de la distribución de agua en camiones.