Militantes del Partido de los Trabajadores ya comenzaron a llegar a Brasilia para participar el sábado en la gran fiesta de la toma de posesión de la primera mujer Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien recibió en las urnas de octubre la misión de continuar la transformación social iniciada en 2003 por Luiz Inacio Lula da Silva.

Pese a que la ceremonia tendrá lugar en el primer día del año, que usualmente es dedicado a la familia, se darán cita en Brasil representantes de 47 países, de los cuales más de una veintena serán jefes de Estado y de Gobierno.

Entre ellos están nueve presidentes latinoamericanos: Evo Morales, de Bolivia, Sebastián Piñera, de Chile, Juan Manuel Santos, de Colombia, Mauricio Funes, de El Salvador, Alvaro Colom, de Guatemala, Fernando Lugo, de Paraguay, José Mujica, de Uruguay, y Hugo Chávez, de Venezuela.

El príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, representará a España en la fiesta, en la que es también esperado Boiko Borson, el primer ministro de Bulgaria, donde nació el padre de la futura mandataria brasileña.

También han confirmado sus presencias los presidentes de Surinam, Guinea-Bissau y República de Guinea y los jefes de gobierno de Portugal, Senegal, Corea del Sur, Qatar, Haití, Marruecos, Sri Lanka, Santo Tomé y Príncipe, Jamaica y Japón.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, será una de las principales bajas en la fiesta: pasará el Año Nuevo en Río Gallegos, la capital de la provincia de Santa Cruz, con la familia de su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, fallecido en octubre, y enviará a Brasilia a su canciller, Héctor Timerman.

Estados Unidos, que no suele enviar a su Presidente a las tomas de posesión de gobernantes extranjeros, estará representado por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, en lo que ha sido interpretado como una muestra del interés de Barack Obama en acercarse a Rousseff y superar el período de enfriamiento de las relaciones bilaterales en los últimos años del gobierno Lula.

Se anunció además en las últimas horas la probable presencia en la ceremonia del Presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), quien cumpliría una visita de cuatro días a Brasil para agradecer la decisión de Lula de reconocer el Estado palestino dentro de las fronteras existentes antes de la Guerra de los Seis Días, de 1967, en una decisión que causó molestias en Washington y en Israel.

SEGURIDAD Y FIESTA
La investidura de Rousseff movilizará un fuerte esquema de seguridad, integrado por unos 3.000 efectivos policiales y militares. Este año, se han adoptado cuidados especiales para evitar que se repita lo que ocurrió en la posesión de Lula, en 2003, cuando un hombre logró romper el esquema de seguridad y acercarse al presidente.

La fiesta popular se iniciará en la mañana del sábado, con la presentación de grupos de artistas de circo para entretener al público infantil, y terminará por la noche, con un espectáculo musical brindado a la multitud esperada en la plaza de los Tres Poderes de los Ministerios por cinco cantantes brasileñas: Elba Ramalho, Fernanda Takai, Gaby Amarantos, Mart'nalia y Zélia Duncan.

Los actos oficiales de la posesión comenzarán a las 14:30 hora local (16:30 GMT) del sábado, cuando Dilma Rousseff se desplazará de la Catedral de Brasilia hasta el edificio del Congreso, probablemente a bordo del Rolls-Royce Silver Wraith descapotable modelo 1953, que sólo es usado en las ceremonias importantes.

Rousseff y el vicepresidente electo Michel Temer, del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), serán recibidos en el Congreso por el presidente del Senado, José Sarney, y jurarán cumplir la Constitución. Luego, la Mandataria de 63 años hará su primer discurso como presidenta, en el pleno de la Cámara de Diputados.

Tras la ceremonia, Rousseff y Temer se dirigirán al palacio presidencial del Planalto, donde la flamante mandataria recibirá la banda presidencial de las manos de Luiz Inacio Lula da Silva en una ceremonia que -salvo si llueve- se realizará en el "parlatorio", un balcón abierto, delante del cual estará el público concentrado en la plaza de los Tres Poderes.

Después de la transmisión simbólica del poder, ambos saludarán a los invitados extranjeros y luego la flamante Presidenta acompañará a Lula en su salida del palacio presidencial, antes de volver al "parlatorio" para hablar por primera vez como gobernante de los 190 millones de brasileños.

Según el programa oficial, todo finalizará alrededor de las 18:30 hora local (20:30 GMT), cuando la Presidenta electa se desplazará rumbo al palacio Itamaraty (sede de la Cancillería), para homenajear con un cóctel a las autoridades brasileñas y extranjeras presentes.