El Gobierno de Brasil prohibió el uso de los aparatos de bronceado artificial con fines estéticos, para evitar riesgos para la salud, una medida que ya ha provocado críticas de dueños de establecimientos de estética y de clientes.

A partir de ahora sólo se podrán usar esos aparatos con fines terapéuticos, por el ejemplo para el tratamiento de enfermedades como vitiligo, micosis y psoriasis, pero con seguimiento médico.

Las clínicas que continúen ofreciendo el servicio podrán ser sancionadas con elevadas multas, de acuerdo con la resolución publicada en el Diario Oficial de la Unión.

PIONERO
Según datos oficiales, en Brasil hay en funcionamiento 5.000 aparatos de bronceado artificial, la mayoría de ellos en el sureño estado de Río Grande do Sul, el menos soleado del país.

Brasil es el primer país del mundo que prohíbe esos aparatos después de que hace tres meses un organismo vinculado a la Organización Mundial de la Salud alertara sobre el efecto cancerígeno de los rayos ultravioleta emitidos por los equipos artificiales, señaló la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).

La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (Iarc, por sus siglas en inglés) denunció que de acuerdo con sus estudios, la práctica de bronceado artificial puede aumentar en 75 por ciento el riesgo de cáncer de piel en personas de 35 años o menos.

La prohibición fue determinada tras una consulta pública realizada por la Anvisa, en la que fueron escuchados tanto médicos como propietarios de clínicas y fabricantes de equipos.

Según las estadísticas del Ministerio de Salud, el cáncer de piel es responsables por la cuarta parte de los casos de la enfermedad en el país.