El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, propondrá crear una "comisión de la verdad" este mes para investigar torturas ocurridas durante la dictadura militar que gobernó el país entre 1964 y 1985, dijo hoy el ministro de Derechos Humanos.
La medida se convertiría en un raro paso de Brasil para enfrentar la espinosa cuestión de los abusos cometidos durante la dictadura.
A diferencia de países vecinos como Argentina y Chile, Brasil nunca ha juzgado a nadie por asesinatos y torturas generalizadas de disidentes durante el gobierno de facto, que impulsó una ley de amnistía a través de un Congreso débil en 1979.
El ministro de Derechos Humanos, Paulo Vannuchi, dijo que Lula firmará la próxima semana el decreto para crear la comisión de la verdad, que debe ser aprobada por el Congreso.
Brasil no podría enfrentar sus problemas de derechos humanos actuales, que incluyen abusos generalizados de la policía, sin tratar vejamenes pasados, dijo Vannuchi el domingo en una entrevista con el sitio de noticias en internet UOL.
"Creemos que hay una relación entre la tortura hoy y la impunidad por toda la tortura que hubo antes, incluida la que tuvo lugar durante la dictadura", afirmó.
La propuesta sobre la comisión de la verdad sería lanzada el próximo lunes, agregó.
AMNISTIA
La Corte Suprema de Brasil estudia actualmente si la tortura cae dentro o queda fuera de la cobertura de la ley de amnistía.
El popular Lula, que está impedido por ley para postular a un tercer período presidencial consecutivo en las elecciones del próximo año, ha hecho énfasis en el perdón por sobre los enjuiciamientos.
El ex líder sindical y varios miembros de su Gabinete fueron arrestados y torturados durante la dictadura.
Un comité del Ministerio de Justicia recorrió Brasil este año, pidiendo perdón a víctimas de torturas y a sus familias y entregando compensaciones económicas.
Pero algunos miembros del gobierno de Lula han presionado para llevar a juicio a ex oficiales militares. Las Fuerzas Armadas de Brasil, aún influyentes, se oponen enérgicamente a mayores investigaciones sobre torturas o a enmiendas a la ley de amnistía.
José Miguel Vivanco, director para Latinoamérica de la agrupación estadounidense de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch, dijo que el establecimiento de una comisión de la verdad sería una medida bienvenida, pero que aún estaría por verse qué clase de proceso iniciaría.
Un comité que apunte a la reconciliaciónen vez de a la justicia podría ser una forma de trazar prematuramente una línea bajo el pasado sin responsabilidades, afirmó.
"En general, comités de verdad son muy bienvenidos, siempre y cuando sean entendidos como el comienzo de un proceso que nadie controla realmente", remarcó.