El Gobierno brasileño anunció hoy que mantendrá y ampliará diversas reducciones tributarias en vigor hace nueve meses y sostuvo que la economía nacional superará la crisis financiera global, para retomar en 2010 el camino del crecimiento.

El ministro de Hacienda, Guido Mantega, indicó en un acto público que las exoneraciones de impuestos se mantendrán hasta fin de año para los automóviles y motocicletas, así para los electrodomésticos y los materiales de construcción.

Asimismo, anunció que habrá nuevas reducciones de impuestos para el trigo, la harina y el pan, que estarán en vigor hasta fines del año 2010, a fin de "ayudar a las personas más pobres".

Según una nota del Ministerio de Hacienda, las medidas anunciadas hoy suponen para el Gobierno una "renuncia fiscal" de 3.342 millones de reales (unos US$1.714 millones), que serán "inyectados en forma directa" a la economía nacional.

El ministro indicó que estas medidas complementan las que ya han sido adoptadas durante los últimos nueve meses, desde que estalló la crisis, las cuales calificó de "osadas", "rápidas" y "efectivas".

Mantega dijo que, además, desde que comenzó la crisis global, el Gobierno ha propiciado una continua bajada de los tipos de interés, la expansión del crédito, la reducción de impuestos, el aumento de la inversión pública y, fundamentalmente, ha mantenido los recursos dirigidos a los programas sociales.

El ministro evitó hacer proyecciones para este año, pero afirmó que la economía nacional está en franca recuperación y reiteró que, para el 2010, es posible pronosticar un crecimiento de entre el 4% y el 4,5%.

Mantega admitió que la crisis impactó con fuerza a Brasil, que en el primer trimestre de este año entró oficialmente en recesión, pero reiteró su opinión de que ese cuadro será revertido este mismo año.

Según el titular de Hacienda, la crisis global "puso a prueba" a la economía brasileña, que ante una "situación bastante adversa" ha "demostrado que está en capacidad de reaccionar y promover políticas anticíclicas".