El roce diplomático entre Brasil y Bolivia por el asilo a un opositor del presidente Evo Morales, aumentó su intensidad en los últimos días y un funcionario del Ministerio de Exteriores brasileño recomendó que la Presidenta Dilma Rousseff endurezca su posición.

"Alguien tiene hablar duro con Bolivia, no es posible decir que todo está bien" con el gobierno de La Paz dijo un "experimentado diplomático en funciones" al diario Valor Económico de este jueves.

El distanciamiento entre Brasilia y La Paz comenzó cuando el senador opositor boliviano Roger Pinto recibió asilo tras refugiarse en la sede diplomática brasileña, donde permanece hace casi dos meses.

Las autoridades bolivianas expresaron su contrariedad ante la decisión brasileña pero no precisaron que actitud tomarán sobre Roger Pinto, quien afirma ser un "perseguido político".

Fuentes diplomáticas dijeron, bajo condición de anonimato, que el gobierno boliviano ya informó al Brasil que no concederá el salvoconducto necesario para que Pinto pueda dejar el país, información que si es confirmada puede abrir un impasse por tiempo indeterminado.