Claudio Bravo estaba molesto, pero intentó transmitir tranquilidad. "Siempre que se sufre una derrota, uno no se va con buenas sensaciones", partió diciendo el capitán de la Selección, quien tuvo una relativa responsabilidad en los dos goles transandinos.
Luego prosiguió su análisis. "Otra vez jugamos bien, pero no pudimos abrir el marcador. Si se cometen errores ante rivales como Argentina, uno termina pagándolos caro. Eso fue lo que sucedió", amplió el golero. Sin embargo, declinó atribuir responsabilidades individuales que, en este caso, también le competen. "Acá, generalmente, no culpamos a nadie. Si fallamos, fallamos todos. Hay que estar tranquilos y seguir confiando en este equipo".
Mientras, José Pedro Fuenzalida destacó que, por momentos, Chile practicó un buen fútbol. "Tuvimos las ocasiones más claras, sobre todo en el primer tiempo. Cuando uno juega con rivales como Argentina no sólo hay que preocuparse de atacarlos. También hay que estar atentos a sus contraataques", dijo el carrilero de Universidad Católica. En ese sentido, coincidió con Bravo respecto de la falta de finiquito. "Generamos muchas ocasiones, pero no pudimos convertir", sentenció.