Se hizo oficial lo que ya se sabía hace rato. Claudio Bravo, el capitán de la selección chilena, se perderá el debut de la Roja en la Copa Confederaciones y, lo peor de todo, siguen quedando muchas dudas sobre si podrá estar en los próximos encuentros del torneo en Rusia. Su plazo de recuperación es una incógnita que el cuerpo médico no ha podido resolver.
Ya por la mañana del lluvioso día en Moscú, de esos que mojan más por el fuerte viento que por la intensidad del agua, Bravo daba las primeras pistas de la mala noticia. En el gimnasio del hotel donde concentra el combinado nacional, el arquero se puso a las órdenes de Marcelo Vargas, el kinesiólogo de la delegación. En la práctica vespertina, sin embargo, se confirmó todo. El jugador del Manchester City ni siquiera se presentó al entrenamiento en el estadio Yantar, propiedad del Strogino FC.
La figura con más partidos en la historia de la Selección se quedó en el hotel, siguió trabajando en el gimnasio. "Está haciendo lo posible por volver, pero no es fácil y está afectado por eso", indica una voz al interior de la concentración. El parte médico publicado ayer por la ANFP, conciso y no muy distinto a lo que ya había dicho el doctor Fernando Yáñez el lunes, sentenció la suerte del meta, por lo menos para este domingo: "El jugador Claudio Bravo se realizó un control con exámenes de resonancia magnética y ecografía, los cuales demostraron que su lesión en el gemelo izquierdo ha tenido una evolución favorable y la integración a la práctica deportiva normal dependerá de la evolución que presente el deportista. En razón de lo cual, el jugador queda descartado para el partido de este domingo 18 de junio ante Camerún".
¿Qué no aclara el informe? Por qué un desgarro de un centímetro ha demorado tanto en sanar; qué resultados arrojaron los exámenes que se realizó el futbolista en Barcelona, durante las horas en que abandonó a la delegación para cumplir con trámites legales; y qué hubiese pasado si no perdía dos días de terapia en la Roja. Todas preguntas que siguen en la nebulosa de este caso, que varios dolores de cabeza le ha generado al cuerpo técnico de Juan Antonio Pizzi.
Otra duda: ¿Se puede asegurar que Bravo podrá sumar minutos en la Copa Confederaciones? Oficialmente no hay versión al respecto. Fuera de micrófono, sin embargo, desde la Selección reconocen que "el temor porque Claudio definitivamente se pierda todo el torneo es real".
La hora de Johnny
La obligación ahora recae toda sobre los hombros de Johnny Herrera. Algo que también se anticipaba hace varios días. De hecho, el mismo arquero de la U ha expresado varias veces que se siente preparado para reemplazar al capitán. "Estoy tranquilo, tengo la experiencia para defender a Chile en la Copa", llegó a decir Herrera. Lo comentó incluso después de la derrota del martes ante Rumania, en la que tuvo clara responsabilidad en el último gol local. Será recién su segundo partido con puntos en juego por la Roja.
En el resumen de partidos oficiales sin Bravo, la estadística marca un 50 y 50. Tres triunfos y tres derrotas, tomando en cuenta que una de esas victorias es la que se obtuvo por secretaría tras el empate 0-0 con Bolivia en el Monumental (atajó Toselli por Chile). Si el TAS revierte la medida de la FIFA, la estadística también variará. Y claro, si los números son buenos o malos dependerá mucho también de lo que haga la Selección este domingo ante Camerún, o durante el resto de torneo, asumiendo que el arquero titular definitivamente no regrese.
Alexis también preocupa
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Foto: Andrés Pina / Photosport[/caption]
Así como Bravo trabajó con Marcelo Vargas, Alexis Sánchez también hizo ejercicios aparte de sus compañeros, con el otro kinesiólogo de la Selección, Pedro Oñate. Algo común en él. La alarma se generó durante la práctica de la tarde, en la que el Niño Maravilla sufrió un golpe que le impidió seguir trabajando con normalidad.
Y no sólo eso, porque en la vuelta al hotel, en el trayecto desde el bus a las habitaciones, se vio al delantero del Arsenal con una visible molestia para caminar. El dolor del tocopillano específicamente se aloja en el tobillo derecho. En el parte médico de la Selección no hubo mención al tema de Sánchez, pero extraoficialmente se habla de "una contractura por un golpe. Seguirá en observación".
Con la baja de Bravo, Pizzi no quiere saber de otro caído antes del estreno. Menos si se trata de su jugador más desequilibrante.
