Chihuahua se convertirá en el primer estado de México en utilizar brazaletes de control satelital para proteger a las víctimas de violencia doméstica y evitar los feminicidios, informaron hoy fuentes oficiales.
El brazalete, con un aspecto similar a un reloj, será colocado en la muñeca del agresor a solicitud de un juez, mientras la víctima portará un receptor electrónico más pequeño que un teléfono, explicó a Efe la directora del Instituto Chihuahuense de la Mujer (Ichmujer), Emma Saldaña Lobera.
Los dos aparatos serán supervisados las 24 horas del día por el Centro de Control, Comunicación y Cómputo de la Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua, que podrá detectar si el agresor se acerca a la víctima más de lo permitido por las autoridades.
La víctima podrá pedir la intervención policial o los propios agentes le enviarán un mensaje al agresor a través de una bocina instalada en la pulsera.
El propósito es evitar que el agresor se acerque a la mujer, sobre todo en los casos de violencia grave, donde incluso hay amenazas de muerte.
Además de proteger a las mujeres que han sufrido de abusos en sus hogares, el objetivo es "salvar vidas y evitar el feminicidio, que ha afectado tanto a lugares como Ciudad Juárez", comentó Saldaña, quien indicó que ella conoció el programa en España y ahora lo impulsa en Chihuahua.
El brazalete, utilizado como "medida cautelar", es muy caro porque "necesita un sistema de monitoreo satelital", apuntó la funcionaria, quien indicó que el Gobierno federal "ayudó con los gastos".
El proyecto comenzará con 25 brazaletes, con un costo de 836.000 pesos (unos 64.000 dólares), que serán colocados a finales de este año a agresores en Chihuahua. En caso de cumplir con las expectativas, la iniciativa también se pondrá en marcha en la fronteriza Ciudad Juárez.
Según datos del Ichmujer, desde enero hasta septiembre pasado la cifra de casos de violencia doméstica registrados en Ciudad Juárez suman alrededor de 11.000, una cifra que baja a 10.000 en el caso de Chihuahua, la capital del estado.
Para quienes han sido víctimas de la violencia doméstica, la iniciativa supone la posibilidad de volver a sus actividades regulares y dejar los refugios para mujeres maltratadas.
Griselda Robles, una mujer de 45 años que vive en Ciudad Juárez, reside en uno de esos refugios junto a su hijo de 11 años con el que huyó de casa cuando se atrevió a denunciar al hombre que por años la golpeó.
"El brazalete es una buena idea" porque la alertarían en caso de que su exesposo se acerque a ella y recibiría el apoyo de la policía. "Me sentiría más segura", expresó.
Desde la década de los noventa del siglo pasado hasta el 2012 han sido asesinadas unas 700 mujeres tan solo en Ciudad Juárez, según cifras oficiales.
En la mayoría de los casos, las víctimas son mujeres jóvenes y adolescentes de entre 15 y 25 años, de escasos recursos, que generalmente son violadas y torturadas antes de ser asesinadas.
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