El nuevo dataset del FMI sobre la economía global contiene más de 350.000 entradas, y entre las más interesantes, con relevancia para Chile, se encuentran las que muestran el declive del país en relación a sus socios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).

Esta agrupación reúne a los 35 países con las economías más avanzadas y Chile es miembro desde el 7 de mayo de 2010, compartiendo filas con Estados Unidos, Luxemburgo y Japón, algunos de los mercados más prósperos del mundo. Solamente estas 35 naciones representan el 44% de toda la producción mundial.

Sin embargo, en el curso de esos seis años la "riqueza" de Chile relativa al grupo no sólo ha sido baja, sino que la brecha con el resto se ha profundizado. Peor: las proyecciones del FMI consideran que el ingreso de los chilenos seguirá perdiendo terreno durante los cinco años que vienen.

El PIB per cápita de Chile puede cifrarse en la denominación que se desee, pesos o dólares, por ejemplo, pero para hacer comparaciones internacionales, los tipos de cambio deben ajustarse para eliminar las distorsiones que generan los diferentes niveles de precios existentes entre ellos, usando la paridad de compra (PPP por su denominación en inglés).

Así, a precios constantes, el PIB per cápita de Chile en 2010, al momento de ingresar al foro, era de $ 5.752.619 al año, lo que en paridad de poder de compra equivalía a US$ 18.905 anuales. El promedio simple del resto de la Ocde en esos términos durante dicho año era casi el doble: US$ 35.888.

Para 2016, el FMI estima que esos valores serán de US$ 23.969 (Chile) y US$ 42.213 (resto de la Ocde). Al medir los diferenciales, es evidente que, en promedio, el grupo se hizo más rico que Chile, pese a que la mayoría de los países de la Ocde son economías avanzadas y, como tales, típicamente no exhiben muy altas tasas de crecimiento.

Desaceleración en Chile

La desaceleración de la economía chilena en los últimos años ha sido un factor importante en este desenlace. La expansión de 1,7% que registrará el PIB chileno en 2016, de acuerdo al pronóstico del FMI, implica un ritmo de crecimiento tres veces menor al de hace cinco años (la economía creció 5,5% en 2012).

Aquello redundó en la variación del PIB per cápita, que si bien entre 2010 y 2012 avanzó más de 4% al año (en pesos constantes), en 2103 esta medida inició un proceso de desaceleración que derivará en un modesto aumento de 0,6% en 2016, según el FMI.

Pero, aunque el ritmo de la actividad debiera recuperarse un poco en 2017 (según el FMI, el PIB se expandirá 2% ese año), las proyecciones sugieren que la economía no será capaz de salir del letargo: entre 2016 y 2021 el crecimiento sería de 2,8%, menor al 3,1% registrado en los cinco años previos (2011-2016).

Unos ganan…

Lo que este letargo implica es que los chilenos, en los cinco años que vienen, no verán su ingreso crecer tanto como el de sus "socios" de la Ocde. No sólo se repetirá la dinámica de los cinco años previos a 2016, sino que sus efectos se profundizarán.

En los cinco años transcurridos entre 2011 y 2016, el ingreso de las personas en la Ocde avanzó en promedio US$ 5.208, mientras que el de Chile sólo lo hizo en US$ 3.781. Es decir, los habitantes del grupo se enriquecieron en casi US$ 1.500 más que nuestro país durante el período.

Para el período 2016-2021, el FMI calcula que la renta individual en la Ocde aumentará US$ 8.434 y, en Chile, apenas US$ 5.252. El diferencial volverá a favorecer a la población de los otros países de la Ocde, pero con un exceso que se duplicará respecto de 2011-2016, a casi US$ 3.200.

Cabe destacar, sin embargo, que paulatinamente el ingreso de las personas en Chile como proporción de aquel en la Ocde ha ido en ascenso. Así, el PIB per cápita chileno de 2010 (US$ 18.905), al ingresar al foro, equivalía a un 53% de los US$ 35.888 del resto de la Ocde. A 2016, esa cifra creció a 57%.

Si eso atenuara el hecho de que en términos absolutos la brecha en relación a la Ocde sólo se está profundizando, el desempeño de otros países emergentes que son parte del foro vuelve a eclipsar la evolución que ha tenido Chile. Estonia, Polonia, Letonia e incluso Turquía han visto incrementar su ingreso per cápita a tasas mucho más rápidas.