El autor de la masacre del 22 de julio en Noruega, Anders Behring Breivik, dijo haber recibido ayuda del exterior para conseguir el material necesario para perpetrar los atentados en Noruega, donde murieron 77 personas, pero evitó dar más detalles hasta que sus requerimientos "políticos" sean aceptados.
Así lo aseguró el abogado Geir Lippestad, citado hoy por el diario Verdens Gang (VG), tras el tercer interrogatorio al autor de la masacre. "Compró en el exterior casi todo el material que usó" para los ataques, dijo el abogado, y explicó que su cliente dice haber estado en una veintena de países extranjeros para lograr su objetivo.
"Dice haberse reunido con personas y que compró equipamiento durante estos viajes, y que varias personas lo ayudaron a conseguir los elementos", agregó. Además Breivik negó hablar de sus eventuales cómplices ante las consultas de la policía. Hasta el momento la tesis es que actuó solo.
VICTIMAS
En tanto, entre hoy y mañana se enterrarán a 50 de las víctimas en diversas localidades de Noruega. La mayoría eran jóvenes de entre 14 y 19 años que participaban en un campamento de verano de las juventudes socialistas en la isla de Utoya.
Casi dos semanas después de los ataques, todavía hay 20 heridos en el hospital de Oslo y 12 de ellos se encuentran en la unidad de cuidados intensivos. En tanto en Escandinavia se debate sobre la corresponsabilidad del atentado. La presidenta de los conservadores noruegos y ex ministra Erna Solberg comparó a los radicales de derecha con los grupos radicales antisemitas en los años antes del Holocausto.
"La forma en la que los grupos radicales antiislamistas hablan hoy de los musulmanes se parece al estilo en el que los grupos radicales antisemitas hablaban sobre los judíos en los años antes de la Segunda Guerra Mundial", apuntó.
En Dinamarca la pastora y periodista Sørine Gotfredsen, próxima al partido populista de derechas DVP, desató un encendido debate con acusaciones al afirmar que la muerte de 77 personas por parte de Breivik, era consecuencia de una política orientada a la multiculturalidad y una política de inmigración liberal, que ignora las protestas.
"Cuando Breivik abandona el sistema político opta por emplear otros medios más contundentes. A él le seguirán otros que tienen la misma sensación de estar rodeado de legisladores que reaccionan ante cualquier problema con más charlas sobre el espíritu abierto".
Por su parte, la jefa del DVP, que desde hace diez años forma parte del gobierno de coalición danés, Pia Kjærsgaard, dijo al dairio "Politiken" que la pastora Gotfredsen es una buena comunicadoras, pero en este tema ha ido "demasiado lejos". En los últimos días Kjærsgaard ha declarado en varias ocasiones que su partido no va cambiar las crítica a las inmigración de los países musulmanes por los ataques de Breivik.