Histórico

Brote de meningitis

<div>Cuando aparecen infecciones por agentes emergentes como en este caso, las decisiones deben tomarse de manera rápida y teniendo en consideración el bienestar y la seguridad de la población.</div><div><br></div>

EN LAS últimas semanas se ha vivido en nuestro país una situación de alarma pública en relación al aumento de los casos de meningitis producidas por la bacteria Neisseria meningitidis, también conocida como Meningococo.

Esta bacteria se puede alojar en la garganta de personas sin producir daño, pero en algunos pocos individuos pasa a la sangre y de allí a las meninges -membranas que recubren el cerebro y la médula espinal- donde produce una inflamación denominada meningitis, y en casos más graves, una infección generalizada.

La bacteria se puede transmitir a través de las secreciones respiratorias o saliva  entre personas que han tenido un contacto muy cercano y prolongado con personas con esta infección. El uso de antibióticos en forma preventiva en los contactos previene la aparición de la infección meningocócica.

Se distinguen cinco tipos (o también llamados serogrupos) de este agente: A, B, C, Y y W-135. Existen vacunas que protegen contra estos serogrupos, con excepción del tipo B, justamente el serogrupo más frecuente en Chile. Este año, y siguiendo lo observado en otros países de la región en el último quinquenio, el serogrupo W-135 ha producido un mayor número de casos, concentrados preferentemente en la Región Metropolitana y en niños menores de cinco años.

Hasta la fecha se han reportado 98 casos de enfermedad por meningococo de todos los tipos, siendo lo habitual en un año normal hasta 90 casos. Este leve aumento, determinado por la introducción de esta "nueva" variedad asociada a la mayor mortalidad de este serogrupo, ha generado preocupación en la población.

En Chile, desde hace varias décadas se cuenta con un sistema de notificación y vigilancia de infecciones por meningococo que ha permitido monitorear en forma muy precisa el comportamiento de esta infección. Ello permitió al Ministerio de Salud detectar en forma muy precoz el aumento en el número de casos de infección meningocócica. La autoridad sanitaria convocó rápidamente a las Sociedades Científicas, al Comité Asesor de Vacunas y Estrategias de Inmunización (Cavei), al Colegio Médico de Chile y a la Organización Panamericana de Salud, quienes de manera muy científica y responsable recomendaron vacunar a la población de niños entre los nueve meses y cinco años de la Región Metropolitana, con el objetivo de proteger a la población más afectada y vulnerable. En forma secundaria esta estrategia podría, además, disminuir la circulación del menigococo tipo W-135, hacia otros grupos de edad. La autoridad decidió ampliar la vacunación a todo el país considerando criterios más allá de lo técnico, que son muy atendibles dentro de la complejidad de la situación y la alarma pública.

Cuando aparecen infecciones por agentes emergentes como en este caso, las decisiones deben tomarse de manera rápida y teniendo en consideración el bienestar y la seguridad de la población.  Sin embargo, al mismo tiempo estas decisiones deben alcanzarse de manera serena, responsable y siempre basándose en la mejor evidencia científica disponible; información que puede ir cambiando en el tiempo, lo que permite ajustar las medidas implementadas.

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