El primer ministro británico, Gordon Brown, aseguró hoy que la decisión de excarcelar al libio Abdelbaset Ali alMegrahi, condenado por el atentado de Lockerbie, que en 1988 causó 270 muertos, "correspondió únicamente al Parlamento escocés".
En su primera comparecencia pública tras la puesta en libertad de Al Megrahi, Brown se desmarcó totalmente de esta excarcelación e insistió en que es competencia del Gobierno autónomo escocés, sobre la que Londres "no puede interferir de ninguna manera".
De esta forma, Brown explicó que cuando se reunió con el líder libio, Muammar Gadaffi, durante la cumbre del G8 (grupo de los siete países industrializados y Rusia) en Italia el pasado julio, ya le explicó a éste "que cualquier decisión que se tomara en torno a Al Megrahi dependería únicamente de Edimburgo".
En una rueda de prensa celebrada hoy junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyaju, que se encuentra de gira en Europa, Brown mostró, sin embargo, su "enfado" y "repulsa" por el multitudinario recibimiento dado al terrorista al llegar a Trípoli.
Asimismo, el "premier" británico confesó que su primer pensamiento en ese momento "fue para las familias de los fallecidos en el atentado".
Al Megrahi, único condenado por el atentado contra un avión de la compañía estadounidense PanAm que sobrevolaba Lockerbie (Escocia), fue liberado el pasado jueves por razones humanitarias, ya que padece un cáncer terminal y los informes médicos señalan que le quedan unos tres meses de vida.
La excarcelación del libio, condenado a cadena perpetua en 2001, ha suscitado duras críticas por parte de la comunidad internacional, en especial de EE.UU., de donde eran originarias 189 de las víctimas del atentado.
Además, también ha desatado las iras de la oposición política británica, que ha acusado al primer ministro de haberse "hecho invisible" tras la excarcelación, y ha reclamado en numerosas ocasiones su comparecencia para explicar su punto de vista.
Y es que durante la última semana se ha especulado con la posibilidad de que un pacto comercial entre Londres y Trípoli, y no la enfermedad de Al Megrahi, haya determinado la liberación del terrorista.
De cualquier forma, Brown mostró hoy su confianza en que esta polémica no afecte a las relaciones que Reino Unido mantiene con Israel o Estados Unidos en materia de lucha antiterrorista.
"Nuestra voluntad de luchar contra el terrorismo es total -aseveró el Primer Ministro- y quiero dejar claro que sea cual sea la decisión tomada, se ha realizado en base a criterios jurídicos".
Además, Brown hizo hincapié en la voluntad de Reino Unido "de trabajar con países como Libia, que ha renunciado a las armas nucleares y quiere unirse a la comunidad internacional, en la lucha contra el terrorismo a nivel internacional".