La primera vez que Bruce Kulick (57) vino a Chile lo hizo como guitarrista de Kiss, en el marco del festival Monsters of Rock de 1994, evento que reunió en la Estación Mapocho al cuarteto neoyorquino con Slayer y Black Sabbath, y que Kulick recuerda muy bien: "Fue increíble, quedé impresionado con Chile. Me acuerdo de estar en el centro de Santiago, había buen tiempo, una gran masa de público y el rock revolucionó a toda la ciudad", cuenta el músico.
Luego que al guitarrista Mark St. John se le detectara un extraño síndrome que afectaba sus manos y brazos, Kulick se hizo cargo de las seis cuerdas de Kiss en 1984, rol que ocupó hasta 1996. Fue una época que coincidió con la etapa que los integrantes del conjunto dejaron de usar su característico maquillaje, y de la que salieron cinco discos de estudio: Asylum, Crazy nights, Hot in the shade, Revenge y Carnival of souls: The final sessions.
"Cada vez que hago conciertos en solitario noto que el público se entusiasma mucho al escuchar la música de la época en la que estuve en Kiss, porque de hecho Kiss no toca mucho en vivo las canciones de la época sin maquillaje. Para algunos fans esas canciones son muy importantes, y algunos incluso conocieron al grupo con esas canciones", cuenta Kulick, quien está en Santiago desde el lunes pasado para actuar en Club 334 (San Diego 334). Un recital inicialmente programado para diciembre de 2010, pero que tras su cancelación se reagendó para esta noche a las 21.00 horas.
En estos días en la capital, el guitarrista ha aprovechado de reunirse con Jack Bucarey y Juan José Rodríguez, dos de los músicos nacionales que lo secundarán en su concierto en Chile, y que desde hace varias semanas han estado ensayando los temas que sonarán en el show de esta noche, que además de éxitos de Kiss incluirá canciones de sus tres discos solistas editados a la fecha: Audio dog (2001), Transformer (2003) y BK3 (2010).
"Siempre es un desafío para mí, porque si pudiera viajaría con mi banda estadounidense, pero es difícil de coordinar y muy caro sólo para un par de shows", dice Kulick, que tras su presentación en Santiago viajará a hacer lo propio en Buenos Aires. "Yo seré el único estadounidense, pero espero que la gente disfrute de estos músicos chilenos también, siempre me precocuparé de que destaquen. De verdad aprecio el trabajo duro que han hecho", añade.
Entre las colaboraciones que figuran en BK3, se encuentra Gene Simmons, el emblemático bajista y vocalista de Kiss, con quienes Kulick asegura tener una "muy buena relación". "Gene fue especialmente servicial cuando le pedí que estuvira en el disco, y creo que la canción que hicimos (Ain't gonna die) es buenísima. Con Paul (Stanley, guitarrista y vocalista del grupo) hablamos de vez en cuando. Soy de aquellos tipos que aún son considerados parte de la 'familia Kiss', ellos siempre publican en su sitio web las cosas que estoy haciendo, algo que de verdad aprecio", cuenta.
Si bien su historia formal con los autores de I was made for loving you terminó en 1996, cuatro años después Kulick recaló en otra institución del rock estadounidense: Grand Funk Railroad, uno de los nombres esenciales del rock de los años 70, y que pese a que no edita material nuevo desde hace casi 30 años mantiene un activo ritmo de presentaciones en Estados Unidos. "Ya son diez años con el grupo y de verdad me siento un afortunado de tocar con ellos, porque además no me compromete todo el año sino que me deja tiempo para hacer otras cosas", dice.
Aún quedan entradas a la venta para el concierto de Bruce Kulick, a través del sistema Puntoticket. En la ocasión, el músico sorteará entre los asistentes la guitarra LTD que usará esta noche.