Liderar las operaciones financieras es la meta que tiene el equipo de BTG Pactual Chile.
Para lograrlo, la estrategia que diseñó el grupo tiene al banco como su vehículo principal, consiguiendo sinergias comerciales y una oferta más integral. De esta forma, buscan competir de igual a igual con el resto de los grupos locales que han diseñado sus modelos de negocio bajo esta estructura.
La piedra de toque de esta reestructuración, a casi un año del escándalo en Brasil, es la autorización que la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) debe entregar para el cambio de control.
El escenario cambió en diciembre pasado, cuando André Esteves cedió los derechos políticos de sus acciones en la matriz brasileña de BTG Pactual a un grupo de siete ejecutivos brasileños. Con ello, Esteves, aún investigado por su participación en el caso que estalló con la estatal Petrobras, ahora sólo mantiene una posición de accionista financiero.
Esta modificación en el control de la matriz implicó que la SBIF debiera volver a revisar no solo la solvencia de los accionistas -la norma les exige contar permanentemente, de forma individual o en conjunto, en la proporción que les corresponda, con un patrimonio neto consolidado igual al capital básico del banco que hoy es de $ 72,25 mil millones-, sino también información confiable acerca de su situación financiera.
Lo complejo es que cada uno de los siete ejecutivos brasileños -entre los que destaca Persio Arida, que fue presidente del Banco Central de Brasil y diseñó el Plan Real- ha debido remitir información no solo de sus cuentas y solvencia, sino también sobre causas judiciales que tienen pendiente. La información entregada, comentan cercanos a la operación, no ha sido suficiente.
La espera por esta autorización se ha extendido durante 10 meses, lo que tiene preocupados tanto a directivos como ejecutivos de la entidad. En el último mes han visitado al superintendente Eric Parrado; el CEO de BTG Pactual Chile, Juan Guillermo Agüero; el fiscal del holding, Cristián Venegas-Puga, y Juan Andrés Camus, ex presidente de BTG Chile y hoy integrante del directorio, además de ser presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago. Esperan que la aprobación a esta etapa de su reorganización pueda ser entregada antes de fin de año.
La segunda etapa
Pero esto no termina aquí. Tras concluir el cambio de control, seguirán modificaciones en la mesa directiva de la entidad, hoy marcada por la presencia de ejecutivos brasileños. Si bien se destaca el aporte de una visión estratégica coherente con el controlador, el próximo paso es conformar un directorio que tenga equilibrada la visión brasileña con el sello local. Entre las opciones están disminuir la presencia de brasileños e integrar a más personas con una fuerte vinculación con el mercado financiero y productivo chileno. La meta es una sola: crecer, crecer y crecer.
Hoy son siete las personas que componen el directorio del banco BTG en Chile: Juan Andrés Camus, Jorge Errázuriz, João Dantas, Víctor Toledo, Mateus Ivar Carneiro, Bruno Duque Nogueira y Rodrigo dos Santos Goes. Cuatro son brasileños, lo que ha permitido darle una estrategia coherente con la visión del controlador. Pero la nueva etapa que se avecina necesitaría un gobierno corporativo diferente.
Para implementar una estrategia más agresiva en crecimiento se estaría evaluando un directorio en que conservando el equilibrio de miradas brasileñas y chilenas incorporará más integrantes vinculados al mercado financiero chileno, con profundos vínculos en sectores productivos y una red de contactos importantes para poder potenciar este negocio y despegar de la parte baja de la tabla de los actores bancarios locales. Para ello, ya se sondean candidatos con este perfil. Nombres, dicen cercanos a la operación, sobran.
Tras esto, se daría paso a la integración de los negocios de corretaje y la administración de fondos.