Bulgaria suspendió la construcción del gasoducto South Stream, diseñado para transportar gas ruso a Europa, después de que la Comisión Europea demandó su paralización y abrió un procedimiento de infracción contra el país balcánico.
El primer ministro del país, el tecnócrata Plamen Oresharski, anunció este domingo la suspensión del proyecto en Sofía, tras recibir a tres miembros del Congreso de Estados Unidos, los republicanos John McCain y Ron Johnson, junto al demócrata Christopher Murphy.
"He ordenado suspender las actividades del inicio de la construcción de la tubería mientras transcurran las consultas con la Comisión Europea", declaró Oresharski en una rueda de prensa en la sede del Gobierno.
"La realización del proyecto continuará tan solo después de que eliminemos todas las criticas por parte de Bruselas", añadió Oresharski, cuyo país depende del suministro de gas de Rusia.
La Comisión considera que el South Stream, cuya construcción empezó en diciembre de 2012 con un coste de unos 16.000 millones de euros, socava normas europeas sobre energía y adjudicación de contratos públicos.
La construcción de la infraestructura corre a cargo de empresas mixtas creadas por la gasística rusa Gazprom con sus socios en Bulgaria, Serbia, Hungría, Grecia, Croacia, Eslovenia y Austria para el tendido y la explotación de los correspondientes tramos nacionales.
El tramo búlgaro de la infraestructura estaba previsto que comenzase a construirse a finales de este año con el objetivo de bombear gas natural a través del mar Negro a Bulgaria y otros países de Europa.
Gazprom fue la promotora de este proyecto, junto a la italiana Eni, en 2008, y controla el 50% del consorcio operador