La burbuja inmobiliaria en Israel, uno de los principales problemas que aquejan a su economía, sigue creciendo con subidas de precios desproporcionadas, a pesar de las medidas introducidas por el Gobierno y el Banco de Israel desde finales de 2011.
El precio de una vivienda promedio subió durante el primer trimestre de 2013 en un 6%, asegura un informe de la Comisión parlamentaria de Construcción y Vivienda del que dan cuenta hoy medios locales.
Entre enero y marzo una vivienda de tres dormitorios se vendió a una media de 1,5 millones de shékels (US$412.562), según datos recogidos por la Oficina Central de Estadísticas de un estudio en 75 localidades y pueblos.
Se trata de un incremento nominal del 33% con respecto al primer trimestre de 2012, cuando el Banco de Israel creyó haber contenido la burbuja con fuertes restricciones al crédito hipotecario.
La misma vivienda costaba en el período enero-marzo del año pasado 1,128 millones de shékels US$317.015).
El suplemento económico del diario Yediot Aharonot prevé que los precios seguirán subiendo a lo largo de 2013 debido a la falta de tierras urbanizables y los recortes que se introducirán en los próximos meses a las partidas con ese objetivo.
El Gobierno israelí debe aprobar este mes los presupuestos generales de 2013, en los se prevén draconianos recortes y una pronunciada subida de impuestos.