Emily tiene leucemia. Acaba de recibir quimioterapia durante un mes y le amputaron el brazo derecho debido a complicaciones de salud. Los médicos dicen que corre peligro de morir por una infección.
Sin embargo, la niña de 11 años no está hospitalizada.
Inexplicablemente, su madre desconectó la semana pasada un catéter que suministraba medicamento vital a través del corazón de la niña, la sacó de la cama y le cambió la ropa.
Después hizo algo que la policía considera aún más desconcertante: sacó a la niña caminando del hospital con el pequeño tubo que sobresalía de su pecho.
Los médicos dicen que el dispositivo, si se deja desatendido, podría permitir que las bacterias ingresen rápidamente a su cuerpo, lo cual resultaría en una infección posiblemente mortal.
La policía de Phoenix emprendió la búsqueda desesperada de la madre y la hija, vistas por última vez el miércoles en la noche en una cámara de vigilancia cuando abandonaban el Hospital Infantil de Phoenix. La madre empujaba el soporte del suero intravenoso y a un lado de ella caminaba la niña con el brazo amputado arriba del codo.
Las autoridades no logran explicarse las razones por las cuales la madre, Norma Bracamontes, de 35 años, se llevó a la niña del hospital antes de la conclusión del tratamiento, pero dijeron que es imperativo que la menor regrese de inmediato. Incluso consideran presentar cargos penales.
Tanto la madre como la hija son ciudadanas estadounidenses, mientras que el padre es un inmigrante mexicano que reside legalmente en Estados Unidos.
"Ciertamente que desde nuestro punto de vista vemos el asunto y pensamos, ¿es este un caso de negligencia al no proveer a Emily la atención médica adecuada que necesita?", dijo el martes Steve Martos, sargento de la policía de Phoenix.
"Ya deberían saber lo se requiere, lo que Emily necesita; así que nos desconcierta que alguien, cualquier padre con un niño en este estado, con leucemia y un brazo amputado, lo ponga en esta situación potencialmente fatal; no entendemos por qué no buscarían atención médica".
Las autoridades conjeturan que la madre pudiera haber estado preocupada por el pago de la cuenta del hospital, pero sus móviles continúan siendo un misterio.
La familia lleva una vida "nómada" sin una residencia permanente, aunque cuentan con parientes en Arizona, California y México, ninguno de los cuales ha podido proporcionarle a la policía información sobre el paradero de la madre y la hija, dijo Martos.
Agentes de la Patrulla Fronteriza detuvieron el fin de semana al padre de la niña, Luis Bracamontes, de 46 años, cuando cruzaba de México hacia Arizona, pero el hombre negó haber participado en el retiro de la menor del hospital y dijo desconocer dónde podría encontrarse su hija.
Según Martos, los doctores, que no pueden hacer declaraciones sobre el caso de Emily debido a las leyes de privacidad, dijeron a las autoridades que cuando la madre retiró el tubo, no colocó el tapón en la línea abierta que va al organismo de la niña. Esta situación la deja susceptible a una infección potencialmente mortal.
El tapón fue encontrado en el baño de la menor en el hospital.
El doctor William Schaffner, especialista en enfermedades infecciosas en el Centro Médico de la Universidad Vanderbilt, dijo que el sistema inmunitario de Emily ya está debilitado a causa del cáncer y la quimioterapia. "Si ingresan bacterias en el sistema sanguíneo pueden causar una infección grave", indicó Schaffner.
El catéter abierto podría servir de túnel a las bacterias y no sólo es posible que ocurra una infección, sino probable, agregó.
"Estas son infecciones que amenazan la vida, en particular de los niños con leucemia que han recibido quimioterapia", dijo Schaffner.
Mientras más tiempo pase la niña sin atención médica, mayor es el riesgo de una infección. Si desarrolla una infección podría morir "en unos cuantos días, o peor aún, en cuestión de horas", afirmó.