Las autoridades de salud de Estados Unidos anunciaron hoy una campaña en busca de voluntarios para probar una vacuna contra la gripe A que ha causado la muerte de 263 personas en el país, según el último cómputo oficial.
Todas esas muertes han ocurrido en el verano boreal y el brote de la influenza human podría agravarse en los próximos meses al bajar las temperaturas del otoño y el invierno.
Según Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, el gobierno espera conseguir 2.500 voluntarios para las pruebas, entre ellos 1.200 niños de entre seis meses y 17 años de edad.
Fauci, cuya dependencia forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud, aclaró sin embargo que se tomarán todas las medidas de seguridad. "Antes de dar cualquier cosa a un niño hay que conocer ciertos datos de seguridad primero", señaló.
"No se trata de datos de seguridad medidos en el curso de los meses. Hablamos de dos días a una semana y media. Si todo está bien, entonces trataremos a los niños", dijo Fauci a la cadena de televisión ABC.
Hasta ahora la producción de una vacuna contra la gripe A ha sido difícil debido a la preocupación por los efectos secundarios y a la constante mutación del virus.
Las pruebas clínicas de la vacuna, en la cual se determinará si cada persona puede recibir una o dos dosis, se realizarán a partir de agosto en ocho centros médicos, primero en adultos y después en niños, indicó Fauci.
El esfuerzo por acelerar la producción de una vacuna se debe a que se teme que la pandemia se recrudezca en los próximos meses, a partir de septiembre cuando se inicia el año lectivo escolar en EEUU y comienzan a bajar las temperaturas.
Según Will Humble, director interino del Departamento de Salud de Arizona, el hecho de que la gripe A haya causado más de 600 muertes en pleno verano boreal no tiene precedente en lo que se refiere a otros brotes epidemiológicos.
"Nos estamos preparando para lo peor, pero esperamos lo mejor", dijo, por su parte, Susan Rehm, vicepresidente del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Clínica de Cleveland (Ohio).
La preocupación por un agravamiento del brote epidémico también ha llegado a las escuelas públicas y a todo el sistema de atención médica del país, según la cadena de televisión.
En el Hospital Pediátrico de Washington, ya se han ordenado mascarillas, respiradores y medicamentos contra la influeza y hay planes para atender al doble de pacientes.