George W. Bush dijo que después de ocho años en la Casa Blanca, está feliz por encontrarse de regreso en Texas y fuera de la atención pública. Sin embargo, en entrevista con The Associated Press, reconoció que hay un aspecto de su presidencia que todavía extraña: la interacción con las fuerzas armadas estadounidenses.
"Estuve un poco preocupado de que nuestros veteranos no crean que todavía los respeto y me preocupo mucho por ellos", dijo Bush a la AP. Añadió más tarde, "no hay nada tan valiente en mi opinión como alguien a quien le volaron una pierna en combate y supera las dificultades". El ex presidente estadounidense dice que, a pesar de su deseo de permanecer en gran medida fuera de la vista de la opinión pública, quiere asegurarse de que los ex combatientes y los militares sepan que todavía tienen su apoyo.
Bush es el anfitrión en el torneo de golf Warrior que comienza este lunes en un suburbio de Dallas, un acto en el que participan miembros de las fuerzas armadas de Estados Unidos, heridos mientras servían en Irak y Afganistán, incluyendo aquellos que perdieron sus extremidades y sufrieron lesiones cerebrales.
Hace unos meses, Bush reunió a más de una decena de militares heridos en el Warrior 100, una carrera de bicicleta de montaña de 100 kilómetros (62 millas) que organizó en el oeste de Texas.
Estas apariciones públicas son la excepción en el estilo de vida que ha adoptado Bush tras su paso por la presidencia.
Después de dejar el cargo hace dos años, Bush y la ex primera dama Laura Bush compraron una casa en Dallas y empezaron a trabajar en el Centro Presidencial George W. Bush en la Universidad Metodista del Sur, que abrirá sus puertas en 2013. El ex mandatario ha participado en algunos actos relacionados con el centro, así como en una ceremonia con el presidente Barack Obama para conmemorar el 10mo aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Sin embargo, ha permanecido fuera del ojo público.
Bush dijo que no quiere que los veteranos confundan su carácter privado con una falta de aprecio por lo que han hecho en el campo de batalla.
"Ellos no me habían visto y no me habían visto con la tropa", dijo. "Así que por lo tanto estoy usando el ciclismo de montaña y el golf para mantenerme en contacto con los militares, las personas que prestaron servicio durante mi presidencia".
En general, los militares y los grupos de ex combatientes mantienen a Bush en alta estima, a pesar de las protestas en todo el país y la controversia internacional que se hizo más ferviente a medida que la cifra de muertos estadounidenses aumentó en Afganistán e Irak bajo su mando.