El 16 de julio de 1969, Edwin Eugene "Buzz" Aldrin (83), se convirtió en el segundo humano en pisar la Luna. Tras alcanzar una meteórica fama, y superar una depresión y el alcoholismo, se convirtió en empresario y divulgador de la exploración espacial. Y con ese impulso, ha pasado los últimos años promoviendo una nueva carrera espacial: esta vez que EE.UU. colonice Marte.

Por ello, este año lanzó su quinto libro Misión a Marte: mi visión para la exploración espacial, donde el ex astronauta detalla su estrategia para ir al planeta, que no sólo incluye el viaje, sino la instalación de una colonia permanente. Sin embargo, el astronauta confiesa que sus planes colisionan con los de la Nasa, a su juicio, más preocupada de proyectos de corto plazo.

¿Ha recibido el apoyo o comentarios de la Nasa sobre la estrategia expuesta en su libro?

"Creo que tengo apoyo, pero la Nasa está considerando principalmente proyectos inmediatos y a corto plazo, como la nave espacial Orión y los grandes cohetes del Sistema de Lanzamiento Espacial, proyectos, que en mi opinión, están un poco pasados de moda".

Por ello, Aldrin orienta su estrategia ya no sólo al apoyo de la agencia, sino, al político. Por eso asistirá al Congreso en septiembre para la conmemoración de los 51 años del histórico discurso en el que John F. Kennedy comprometió el primer viaje a la Luna. Será el escenario para detallarles a los congresistas sus planes para ir a Marte. "Creo que tendré apoyo de ambas cámaras", asegura.

Tras el proyecto Apollo, Aldrin, cree que EE.UU. tuvo la oportunidad de establecer su presencia en Marte. Ahora, espera estar vivo para el 50 aniversario del alunizaje, en 2019, a su juicio, "el momento ideal para que el presidente electo en 2016 tome acción real. Sería el momento ideal para comprometer la permanencia americana en Marte", dice. "No espero estar vivo en 2040 cuando aterricen en Marte, pero en 2019 sólo tendré 89 años", agrega.

¿Por qué es tan importante ir a Marte y quedarse allá?

Estos primeros colonos en aterrizar exitosamente deben permanecer ahí. Traerlos de vuelta es considerablemente caro y realmente los necesitamos allá. Después de esa primera experiencia en Marte, es más valioso para ellos y para la Tierra que se queden, es una operación histórica de la humanidad".

"Establecer una colonia segura, en crecimiento, un asentamiento humano en otro planeta es claramente nuestro objetivo al ir a Marte", asegura.

SU ESTRATEGIA

Además de piloto de guerra y astronauta, Aldrin es ingeniero y doctor en astronáutica, conocimientos con los que afinó un método para que un viaje tripulado a Marte sea más rápido y seguro. Dicha estrategia es parte de su último libro, el cual está presentando en varias ciudades de EE.UU., y que llevará a Japón, China y Corea del Sur en los próximos meses.

Su plan se centra en la instalación de varias bases, en la Luna, en Fobos y Deibos (lunas de Marte) y finalmente en el planeta rojo, pero construidas de forma robótica, con naves controladas por astronautas desde la órbita lunar y marciana, donde la tripulación podría estacionarse. Además, los orbitadores lunares podrán recolectar cristales de hielo para convertirlos en combustible. "Podemos hacer cosas robóticamente y no gastar recursos en grandes naves que aterricen en la Luna".

Estas naves, además, permitirían una comunicación más rápida que la actual con la colonia marciana. Para todas las fases se requerirá de inversión privada. Una colonia llegaría recién en 2035 o 2040.

Aldrin también planea un sistema de transporte permanente a Marte (Aldrin Mars Cycler), con dos naves que hagan viajes o ciclos cada 26 meses. Las primeras se llamarían Armstrong y Conrad, en honor a su compañero (hoy se conmemora un año de su muerte) y a Charles Conrad, el tercer hombre en pisar la Luna.