"El torito de Linares". Así le llamaban al cabo segundo Cristián Martínez oriundo de esa ciudad del Maule y que amaba andar a caballo y quien fue asesinado anoche en medio de la conmemoración de un nuevo 11 de septiembre en la comuna de Quilicura.
Llevaba seis años en la 49° comisaría de Quilicura y hoy tenía un partido de fútbol - como siempre de delantero- con sus compañeros frente a miembros del circo Aguilas Humanas...el que evidentemente no se jugó.
Generalmente trabajaban de 8.00 a 20.00 horas, por lo que dicen sus compañeros, que eran bastante amigos y compartían sus problemas. Asimismo relatan que estaba muy feliz con el nacimiento de su hijo, el que sólo llegó al mundo hace tres semanas.
Sus colegas cuentan que era quien más detenidos llevaba, es decir, era el que más procedimientos exitosos tenía al mes.
Sin embargo, destacan que la comisaría "tiene mala suerte", porque ya en el 2008 dos carabineros fueron asesinados. Los cabos Carlos Cuevas y Job Isaías Burgos se dirigieron el 13 de febrero de ese año a un frigorífico, ubicado en el sector de Lo Echevers, para detener a delincuentes que asaltaban el lugar. Fueron estos mismos individuos quienes dieron muerte a los uniformados.
Su compañero y amigo, el cabo segundo Jaime Chávez Díaz, se llevó una de las peores partes en medio de los desórdenes por el 11 de septiembre, ya que Martínez cayó en sus brazos herido, y al trasladarlo para darle los primeros auxilios, su caso y el escudo quedaron en la calle...los que posteriormente fueron tomados por menores de edad.