Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) la venta de autos en países como Reino Unido y Estados Unidos creció sostenidamente hasta comienzos de este siglo y apenas cumplían la edad para conducir, los jóvenes sacaban su licencia. Sin embargo, desde hace unos años esta tendencia se ha revertido y se registra una caída en las personas mayores de 25 años que poseen un auto, producto de cambios en las condiciones sociales y económicas.
Así lo reveló un estudio realizado por las Universidades de West England y de Oxford a petición del ministerio de Transporte británico, que observó los cambios en el uso del automóvil en Reino Unido desde 1990 hasta la actualidad. La investigación señala que la tendencia de los adultos jóvenes de manejar menos en comparación con las generaciones previas comenzó aproximadamente hace 25 años. Por ejemplo, en Reino Unido entre 1992 y 1994 un 48% de los jóvenes entre 17 y 20 años tenía una licencia de conducir, tasa que subía a 75% entre las personas entre 21 y 29 años.
Sin embargo, en 2014 la cantidad de licencias de conducir cayó al 29% entre quienes tenían 17 y 20 años y a 63% entre los de 21 a 29 años.
Esta tendencia no sólo es británica. Una situación similar se ha registrado en Estados Unidos. De acuerdo a un estudio realizado por la organización Public Interest Research Group (U.S. Pirg) reveló que en 2009, el número de millas promedio que condujeron las personas entre 16 y 34 años cayó a 23% en comparación con 2001.
"Los jóvenes están manejando menos por varias razones como el alto precio del combustible, las nuevas leyes para la licencia de conducir, mejoras en la tecnología que entrega transportes alternativos y los cambios de los valores y las preferencias de la generación Y (millennial)", señaló el estudio de U.S. Pirg.
En este sentido, la investigación de los británicos no se encuentra muy alejada y concluyó que los cambios en el comportamiento sobre como se movilizan los jóvenes radica en factores ajenos al transporte. Los cambios han sido motivados por la situación socioeconómica como el aumento de los trabajos peor pagados y menos estables, la caída de los sueldos, la baja en la cantidad de personas que es dueña de una propiedad y la reurbanización. A ellos se suma el uso de otros medios de transporte como la bicicleta. Aunque también destaca otras circunstancias, como el uso de la comunicación digital en lugar de la interacción cara a cara. Así como también la poca importancia que las nuevas generaciones le otorgan a conducir.