Convertirlas en estrellas del modelaje y ganar $ 600 mil mensuales por trabajar durante el verano en Reñaca, promocionando una marca de jeans. Esa era la promesa con que un hombre contactaba a mujeres a través de Facebook. Pero la tentadora proposición no era más que un engaño: las víctimas, al juntarse con el supuesto promotor, eran encañonadas y llevadas bajo amenaza a un motel en el centro de Santiago, donde las violaba.
Ayer, el hombre, de iniciales M.A.R.L. (32), fue detenido por la PDI. Hace una semana se había dictado la orden de detención.
La investigación del fiscal Carlos Gajardo, de la Fiscalía Oriente, y los efectivos de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) de la PDI ha establecido, hasta el momento, que fueron cuatro las víctimas de los ultrajes de este sujeto, entre fines de 2013 y mediados de enero pasado. El jefe de la Bipe, subprefecto Miguel Ampuero, indicó que "por la forma de operar, y ya que todos sus delitos fueron cometidos de la misma manera, no saliéndose del protocolo que tenía con las víctimas, podríamos decir que estamos hablando de un violador en serie".
La indagación llegó hasta manos del fiscal Gajardo porque la última víctima fue abordada por el delincuente en Plaza Italia, comuna de Providencia. El persecutor indicó que "es un sujeto bastante peligroso, con antecedentes previos, y la fiscalía ha solicitado su orden de detención por su participación en cuatro delitos de violación".
Gajardo agregó que el hombre "ha actuado de manera repetida, con bastante violencia, y la fiscalía va a estudiar la posible existencia de más víctimas, que no se descarta".
FACEBOOK Y WHATSAPP
El imputado contactaba a todas las mujeres de forma idéntica, por lo que se había hecho tres perfiles diferentes en Facebook. La indagación que permitió dar con la identidad del imputado ocurrió tras la denuncia que una víctima realizó el 4 de enero, luego de haber sido ultrajada. La mujer logró escuchar cuando M.A.R.L. se identificaba al ingresar al motel en que iba a consumar el abuso.
Ampuero indicó que luego de acordar con las víctimas un punto de reunión, "mediante engaño las sube a un vehículo, las lleva a un bar con karaoke, y como ya había estudiado su perfil de Facebook, canta las canciones que le gustan a esta mujer".
El jefe de la Bipe agregó que "en un descuido, introduce un narcótico en el trago de la víctima y las mujeres se desvanecen. Las sube al vehículo, donde las intimida con un arma de fuego que tenía en su guantera. Después las lleva a un motel, entran de forma normal y con el arma las amenaza para que tengan sexo con él".
La indagación reveló que las mujeres eran llevadas a un motel ubicado en la comuna de Santiago, en las inmediaciones de la calle Ricardo Cumming. Este hecho fue clave para establecer la cantidad de víctimas. Los policías pidieron al motel los registros de todos los ingresos que tenía este hombre. De esta forma, contactaron a parte de las mujeres y se reveló que existían otras tres víctimas, quienes no habían denunciado por miedo a las represalias.
Una de ellas declaró ante los detectives que el imputado le dijo que si acudía a la policía, "me iba a matar a mí y a mi hijo".
En dichos a TVN, una presunta afectada sostuvo que el sujeto la golpeó y violó. "Le gustaba que llorara", afirmó. La misma mujer señaló que, al contactarla vía Facebook, el sujeto se mostró amable y "muy galán".
El fiscal Gajardo indicó que "las víctimas van desde la menor, que tiene 15 años, hasta la mayor, que tiene 32". Aclaró, además, que entre ellas no se conocían y que los contactos eran "primero por Facebook y luego por WhatsApp".
Según los testimonios, tras los abusos, el imputado las obligaba a pagar la habitación del motel y les quitaba el dinero.
En la PDI se indicó que existe una quinta víctima, de Curicó. La joven, que también creyó en la oferta de trabajo, terminó siendo ultrajada en un motel de la zona.
Según lo que ha podido recabar la policía, el hombre obtenía ingresos a través de estafa: publicaba avisos de arriendo de departamento en Las Condes. A los interesados que lo contactaban les indicaba que debían pagar un mes de arriendo para asegurar la reserva. Cuando le hacían el pago, no volvía a contactar a la víctima.