Cerca de 200 policías, apoyados por helicópteros y blindados, participaron hoy de un operativo en la mayor favela de Brasil, Rocinha, para intentar capturar a los narcotraficantes que aún dominan esa barriada de 120.000 habitantes, situada entre los barrios más ricos de Río de Janeiro.
Los efectivos decomisaron tres toneladas de marihuana y capturaron a 11 de 30 personas que tenían órdenes de arresto por sus vínculos con el grupo criminal que controla dicha favela.
El subjefe de la Policía Civil de Río de Janeiro, Fernando Veloso, dijo además que, junto a la marihuana, se descubrió un depósito para electrodomésticos robados, dos centrales clandestinas de distribución de televisión por suscripción y se incautaron 42 vehículos.
La de hoy fue la primera de una serie de operaciones destinadas a debilitar el poder de fuego de los narcotraficantes que actúan en la Rocinha, en donde se presume que están escondidos varios de los jefes de la mayor organización criminal del país.
Las quince favelas que forman parte del Complexo do Alemao fueron ocupadas el 28 de noviembre pasado por la policía en una operación que tuvo amplia repercusión mundial y que contó con el apoyo de soldados, blindados y helicópteros de las Fuerzas Armadas.
En este conjunto de barriadas, en las que durante tres décadas se refugiaron los principales jefes de la mayor banda criminal de Río de Janeiro, aún permanecen cerca de 2.000 soldados para impedir el regreso de los pistoleros.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, pidió la permanencia de los militares mientras contrata y forma a un número de agentes suficiente para instalar un nuevo puesto permanente de policía en una región que era considerada bastión del narcotráfico.