Las reservas de hoteles cayeron en un 80% en Bariloche, el mayor centro de turismo invernal de Argentina, a causa de trastornos por la caída de cenizas del vecino complejo volcánico chileno Puyehue-Cordón Caulle, informaron hoy fuentes empresariales.
Mientras, la Defensa Civil de Bariloche, a 1.650 kilómetros al suroeste de Buenos Aires, decidió mantener cerrado el aeropuerto de la ciudad hasta el 30 de junio próximo, en vista de la diseminación de cenizas del complejo volcánico situado en la cordillera de Los Andes, hito fronterizo entre Argentina y Chile.
La Agrupación de Hosterías y Hoteles Bariloche calculó en un comunicado que el sector turístico de la zona ha perdido unos dos millones de dólares desde comienzos de mes, cuando el Puyehue-Cordón Caulle entró en actividad y causó sucesivas suspensiones de vuelos en Argentina, Chile y otros países del Cono Sur.
Calculó además que las pérdidas de Bariloche, sumadas a las de la vecina Villa La Angostura, en la Patagonia argentina, pueden alcanzar a unos 145 millones de dólares si la actividad volcánica se prolonga más allá de fin de mes, cuando empieza la temporada de turismo invernal.
La paradisíaca Villa La Angostura, situada a sólo 35 kilómetros del complejo volcánico chileno, fue declarada zona de desastre el jueves pasado y desde entonces han emigrado unos 2.000 de sus 12.000 pobladores, informaron fuentes de la Defensa Civil.
La villa turística se encuentra bajo lluvias intermitentes de cenizas que han obligado a racionar el suministro de agua potable y de electricidad, indicaron.
En la misma situación de desastre se encuentran localidades rurales vecinas a Bariloche y la ciudad de San Martín de Los Andes, a unos 250 kilómetros de distancia, otro de los centros turísticos de la Patagonia argentina.
Fuentes de la Defensa Civil de Bariloche indicaron que las columnas de gases y cenizas del cordón volcánico se sitúan hoy a unos 3.000 metros de altura y el viento las lleva hacia el noroeste, de regreso hacia territorio chileno y el océano Pacífico.
El Gobierno argentino ha puesto en marcha mecanismos de ayuda económica y sanitaria para las zonas afectadas por la actividad volcánica.