Dos morteros estallaron hoy cerca de uno de los palacios del Presidente Bashar Assad en Damasco pero sólo provocaron daños materiales, informó el servicio noticioso estatal sirio.
El ataque fue el primero confirmado cerca de un palacio presidencial, así como otra señal de que la guerra civil está infiltrándose a áreas que solían considerarse seguras y acercándose al corazón del poder de Assad en la capital.
El servicio noticioso SANA dijo que "terroristas" hicieron los disparos que cayeron cerca del muro sur del palacio de Tishrin, en el distrito Muhajirin del noroeste de la capital. El gobierno llama "terroristas" a los combatientes insurgentes.
No se reportaron fallecimientos. Se desconoce si Assad estaba en el palacio, uno de los tres que tiene en la ciudad.
Assad suele usar el palacio de Tishrin para recibir a dignatarios y como casa de huéspedes para funcionarios extranjeros durante sus visitas a Siria.
Sus otros dos palacios son el del Pueblo en la montaña de Qasioun, con vista hacia la capital, y el Rawda en el vecindario de Abu Rummaneh, en el centro de la ciudad.
Por razones de seguridad, los desplazamientos de Assad son secretos y se desconoce cuánto tiempo pasa en los palacios. Sus presentaciones en público son cada vez menos frecuentes a medida que la guerra civil se extiende por el país.
Los insurgentes ya han dicho antes que han disparado cohetes contra los palacios presidenciales, pero la ofensiva del martes es la primera que el gobierno confirma.
En la ciudad norteña de Alepo, un ataque con misiles dañó una serie de edificios y provocó la muerte de 31 personas, al tiempo que los sobrevivientes registraban los escombros para encontrar a los que quedaron atrapados, dijeron el martes activistas que se oponen al régimen.
El ataque fue el más reciente en una intensa batalla de siete meses por el control de la mayor ciudad y centro económico de Siria, un objetivo crucial en la guerra civil.
Las fuerzas insurgentes llevan semanas intentando capturar el aeropuerto internacional de la ciudad y dos bases aéreas militares ubicadas cerca de allí, al tiempo que el gobierno está enviando refuerzos desde áreas que aún controla más al sur y bombardea con regularidad las áreas insurgentes desde el aire.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo activista con sede en Reino Unido, dijo que 31 personas perdieron la vida en el ataque el lunes por la noche, entre ellos 14 niños y cinco mujeres.
Otro grupo activista, el Aleppo Media Center (Centro de Medios de Comunicación de Alepo) dijo que más de 40 personas perdieron la vida, y publicó los nombres de 21 de ellas en su página en Facebook. No había forma de determinar la causa de la contradicción en las cifras de fallecidos.
Ambos grupos dijeron que el ataque pareció provenir de un misil tierra-tierra. El gobierno sirio no emitió comentarios al respecto.
En otros sucesos el martes, los rebeldes se enfrentaron con las fuerzas gubernamentales cerca del aeropuerto internacional de Alepo y el aeropuerto militar Kweiras cerca de allí, señaló el Observatorio.
El organismo activista también reportó ataques gubernamentales aéreos y con proyectiles, así como choques entre las fuerzas del gobierno y los insurgentes al este y el sur de Damasco. Siete personas murieron en ataques con cohetes en el suburbio oriental de Kafar Batna y cinco perdieron la vida en un atentado con bomba en Jdeidat al-Fadel, al suroeste de la capital, señaló.
Rusia informó que envió dos aviones con ayuda humanitaria a Siria e invita a los rusos que deseen salir de territorio sirio a volver a su país en esos mismos aviones.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia detalló que los dos aviones ya habían partido de Moscú rumbo al puerto noroccidental de Latakia con 40 toneladas de suministros, entre ellos generadores portátiles de electricidad, frazadas, alimentos enlatados y azúcar. Los rusos son bienvenidos para tomar los vuelos de regreso a Rusia.