Más de dos mil escolares de octavo a cuarto medio, de diferentes colegios, fueron entrevistado para conocer la percepción de riesgos para la salud y la posibilidad potencial de comenzar a fumar si se ven enfrentados a cajetillas con marca o cajetillas genéricas o planas (sin logos ni distintivos).
El estudio mostró que la cajetilla plana los disuadiría de empezar a fumar hasta cinco veces y los animaría a dejar de fumar hasta seis veces, comparado con los adolescentes enfrentados a cajetillas con marca.
Marcia Erazo, jefa del Programa Nutrición de Poblaciones de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, institución que junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) realizó el estudio, explica que cuando se trata de consumo de sustancias lícitas e ilícitas, la disponibilidad en puntos de venta y la publicidad son dos elementos que hacen que las personas fumen más. “En el caso de los adolescentes, en la medida en que los amigos de la misma edad fuman y te pasan un cigarrillo, inmediatamente empiezan a fumar. Además, el 80% de los adolescentes está expuesto a publicidad de tabaco y hoy esta se hace con la cajetilla, desde el diseño, los colores, la textura… el marketing las hace un objeto de deseo”, dice Erazo.
En su investigación, a los adolescentes se les presentaron cajetillas de distintas marcas. Para evaluar la percepción social y económica que les transmitían estas cajetillas se les hacían preguntas del tipo “La gente que fuma esta cajetilla, ¿es exitosa?”, “¿Parece más popular?, ¿Podría acceder a cosas caras? o ¿crees que la persona que fuma esta cajetilla es más sociable? Las mismas preguntas se hicieron con la cajetilla plana o genérica.
¿Los resultados? “En general no hubo mucha variación entre hombres y mujeres, edad o estrato social. Pudimos comprobar que el impacto de la cajetilla plana es más fuerte y efectivo. Hoy día los adolescentes consideran que la cajetilla plana transmite menos la imagen de éxito, exclusividad, sociabilidad, juventud y el concepto ‘light’. Vimos que la cajetilla plana disuadiría de empezar a fumar hasta a cinco veces y animaría (a los que ya fuman) a dejar de fumar hasta seis veces más, comparado con la cajetilla con marca”, explica Erazo.
Menos exitosos
Con la cajetilla genérica disminuye a la mitad la percepción de éxito que les genera la cajetilla de marca; la percepción de popularidad entre la cajetilla de marca y la plana cae 20 veces en la comparación, lo mismo que la imagen de una persona que accede a cosas caras y exclusivas. Incluso, la cajetilla plana fue menos identificada con la juventud que las de marca.
Paloma Cuchi, representante de la OPS en Chile, dice que “los datos de este estudio financiado en exclusiva por la OPS/OMS “son contundentes: el empaquetado plano de cigarrillos ayudaría a los adolescentes chilenos, que son los que más fuman en el mundo, a no empezar a fumar”.
A juicio de Cuchi, la aprobación del empaquetado plano en Chile es la mejor y más barata inversión en la salud de la juventud chilena que los parlamentarios podrían hacer.
“El empaquetado plano va dirigido tanto a ayudar a dejar de fumar, como a prevenir que los jóvenes empiecen a fumar”, dice la representante de la OPS.
En Australia, explica, se estima que sólo el empaquetado plano es responsable de una reducción anual de más de medio punto porcentual en la proporción de fumadores.
“Esta reducción es mucho mayor entre los jóvenes a cuya protección va fundamentalmente dirigida esta medida y el efecto del empaquetado plano aumenta con el tiempo. En el Reino Unido, se ha calculado que en el escenario más conservador posible, si el empaquetado plano solo consiguiese que uno de cada 20 jóvenes no comenzara a fumar, se salvarían 2.000 vidas cada año. Creo que merece la pena darle una oportunidad al empaquetado plano en Chile”, dice.