Sampaoli trabaja sobre el césped de una cancha y también sobre su escritorio. Ahí tiene hojas y hojas con estadísticas, fichas de jugadores y planes de entrenamiento. Colecciona videos y datos. Saca cálculos y proyecta. Seguramente, tiene dos eventos marcados con destacador en su calendario: la Copa América de 2015 y el inicio de las Eliminatorias para Rusia 2018, también el próximo año.

Lo más cercano es la cita continental en Chile. Sin embargo, el DT también visualiza lo que vendrá después. Y desde ya tiene una conclusión sobre eso: el camino a la próxima Copa del Mundo será el más peleado desde que se inició el sistema de todos contra todos. Diez selecciones de nivel parejo (salvo Bolivia), donde Brasil y Argentina sobresalen por historia e individualidades. El resto debe pelear por dos cupos y medio, si es que la FIFA mantiene el orden actual de clasificación.

Hay que aprovechar todas las ventajas, entonces. Esa es la premisa del entrenador. Digno de la escuela de Bilardo, el técnico asume que cualquier ganancia, futbolística o extrafutbolística, es válida. Es por eso que casildense se acercó al presidente de la ANFP, Sergio Jadue, y sugirió la idea de inscribir el nuevo estadio de Calama como alternativa para ser local en las Eliminatorias.

Jadue y su directiva quedaron en estudiar la propuesta, aunque ya le comentaron que es muy probable que finalmente se acepte. En la dirigencia también hay consciencia de lo parejas que serán las Eliminatorias.

No es una idea nueva, en todo caso. En otros procesos también se ha planteado Calama como opción para que Chile actúe como local, aprovechando los 2.275 metros de altura de la ciudad. La diferencia ahora se marca porque la urbe minera tiene un recinto nuevo, como parte de la red Chilestadios. La obra está completada en un 99 por ciento y se supone que será inaugurada oficialmente el 26 de octubre, con el partido entre Cobreloa e Iquique, por el campeonato nacional.

En la ANFP todavía no ven el coliseo terminado. Si efectivamente cumple con los estándares adecuados para recibir un partido internacional, será inscrito en la FIFA como segunda sede para ser local en las clasificatorias para Rusia. El primer recinto seguirá siendo el Estadio Nacional. La Asociación debe avisar sus estadios 60 días antes del inicio de las Eliminatorias, pero durante el transcurso de la competencia también puede hacer cambios, si los notifica con tiempo.

"Brasil, por ejemplo, ha jugado en varios estadios. Un país puede ir inscribiendo de acuerdo a sus necesidades", explica Alfredo Asfura, asesor internacional de la  asociación de fútbol de Chile, ante la FIFA.

Inicialmente, Sampaoli quiere tener a Calama como una opción para recibir al Scratch y Argentina, equipos que, a diferencia de Chile, tradicionalmente tienen problemas con la altura. 

En Quilín asumen que la pérdida económica, por concepto de entradas, sería importante, ya que el remodelado estadio alberga sólo 12 mil personas. Es un costo que se asume y no complica.

En Zurich no ponen problemas por el tamaño de un coliseo. "Para la FIFA, la calidad de un estadio está por encima de su capacidad", indica Asfura. A Sampaoli, en tanto, sólo le interesa contar con Calama como su arma secreta.