Desde comienzos de mes, Emma Sulkowicz, estudiante de Artes Visuales de la Universidad de Columbia, carga un colchón sobre su espalda por los pasillos de su campus en Nueva York. Sulkowicz denunció en mayo que había sido violada por uno de sus compañeros, pero la universidad estimó que el joven no era culpable. Desde entonces, esta estudiante lleva el colchón como un símbolo de su causa.
En medio de su mediática protesta, Sulkowicz recibió ayer una buena noticia, aunque no la beneficiará directamente. California, al otro lado de Nueva York, se convirtió la noche del domingo en el primer estado del país en aprobar una ley sobre consentimiento sexual que regirá en los colleges que reciben financiamiento estatal.
Se trata de la aprobación de la ley Yes means yes (Sí significa sí) sobre sexo consensuado. En Estados Unidos, se estima que una de cada cinco mujeres sufre abusos sexuales mientras asiste a la universidad.
La ley, firmada por el gobernador californiano Jerry Brown, define el consentimiento de tener sexo como un acuerdo voluntario y no como la falta de resistencia. "Se requiere de un acuerdo afirmativo, consciente y voluntario para participar en alguna actividad sexual", plantea la nueva normativa.
Las autoridades de California señalaron que el consentimiento puede ser no verbal, siempre y cuando sea inequívoco. Además, la ausencia de resistencia no constituye consentimiento. En ese sentido, la legislación estipula que alguien que está ebrio, drogado, inconsciente o dormido no puede otorgar consentimiento.
Así, quienes defendieron la iniciativa estimaron que la nueva ley cambiará la percepción que se tiene de la violación. Y al mismo tiempo, refutará el concepto de que las víctimas deben haberse resistido a la agresión para que sean válidas sus acusaciones.