La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el miércoles por amplia mayoría la ley de presupuesto 2014 que, una vez adoptada por el Senado, marcará el fin de tres años de inestabilidad presupuestaria en el país.

Los representantes adoptaron por 359 votos contra 67 la ley para el ejercicio 2014, que finaliza el 30 de septiembre, y fija los gastos llamados "discrecionales" en cerca de 1,1 billones de dólares.

El Senado deberá dar la aprobación definitiva al texto esta semana, aunque el calendario de la votación aún no fue anunciado.

"Esto es algo de lo que, francamente, podemos estar orgullosos", dijo el legislador republicano Tom Cole.

"Fue muy difícil, pero lo hemos logrado", celebró por su parte la demócrata Barbara Lee.

La ley fija los gastos corrientes del gobierno federal en 1,012 billones de dólares para 2014, a lo que añade otros 92.000 millones para operaciones militares exteriores y 6.500 millones de créditos excepcionales vinculados a catástrofes nacionales. 

Este presupuesto, que el Congreso debe aprobar anualmente, representa apenas una tercera parte de los gastos públicos federales. No incluye los gastos "obligatorios" (pensiones, sanidad, ciertas ayudas sociales) que deben alcanzar unos 2,19 billones de dólares en 2014, según la última estimación de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).

El acuerdo entre demócratas y republicanos desactiva la posibilidad de una nueva parálisis de algunos organismos del gobierno federal, como sucedió durante las primeras semanas de octubre.