La Cámara de Representantes de EEUU, controlada por la oposición republicana, aprobó hoy un recorte de US$61.000 millones del gasto público, que deja sin fondos a la reforma sanitaria que promovió el presidente, Barack Obaman.
Tras cuatro días de debate sobre el gasto público para el actual año fiscal, que no fue aprobado en la anterior legislatura, con 235 votos a favor y 189 en contra, los republicanos aprobaron esta ley con el objetivo de mantener el déficit presupuestario bajo control.
Este fue uno de sus compromisos con los que asumieron la mayoría en la cámara cuando ganaron las elecciones legislativas el pasado 2 de noviembre.
Durante la campaña electoral 2010 habían prometido un recorte de US$100.000 millones, con la idea de mantener el presupuesto a los niveles de 2008 para lograr reducir el déficit, que según proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso este año llegará a US$1,5 billón.
"Cuando decimos que vamos a recortar el gasto, leed mis labios: Vamos a recortar el gasto", dijo el jueves durante el debate el presidente de la Cámara, John Boehner.
Los 186 demócratas de la Cámara Baja votaron en bloque contra la propuesta y contaron con el apoyo de tres republicanos, pero no fue suficiente para rechazarla.
Boehner subrayó que esta medida es el resultado de los esfuerzos de su partido para salvar a la economía estadounidense "de los grilletes de los gastos fuera de control".
No obstante, el proyecto tiene que volver ahora al Senado donde los demócratas continúan teniendo la mayoría, por lo que no se espera que los recortes salgan adelante según esta propuesta.
Uno de los recortes más polémicos es negar los fondos necesarios para la reforma sanitaria impulsada por el presidente Barack Obama, que promulgó en marzo de 2010, y que prevé extender la cobertura médica a 30 millones de estadounidenses que carecían de ella, cumpliendo así una de sus promesas electorales más aclamadas.
Los recortes de los republicanos también afectan a la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que tiene como misión regular las industrias emisoras de gases de efecto invernadero, y a la educación.
El Senado tendrá que redactar ahora su propia versión del proyecto.
La anterior sesión legislativa nunca aprobó el presupuesto para el año fiscal 2011, que comenzó el pasado octubre y acaba en septiembre de este año, por lo que los recortes propuestos se harán dentro de una medida aprobada para financiar temporalmente las operaciones del Gobierno.
Esa medida vence el próximo 4 de marzo, por lo que la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, ha pedido una extensión hasta el 31 de marzo.