Los diputados brasileños bloquearon este miércoles la segunda denuncia por corrupción contra el presidente conservador Michel Temer, que ahora podría tener la vía despejada para proseguir con su programa de ajustes en la mayor economía de América Latina.

La jornada fue particularmente tensa para el mandatario, que tuvo que ser brevemente hospitalizado por una molestia urológica, aunque al anochecer recibió el alta y pudo retirarse a descansar.

"Estoy entero", declaró Temer, de 77 años, al salir del Hospital del Ejército en Brasilia, en una frase que podría sintetizar su situación tanto física como política.

Temer fue acusado por la Fiscalía General de dirigir una "organización criminal" y de obstrucción a la justicia.

Pero los diputados decidieron frenar el caso, por 251 votos a favor y 233 en contra, con dos abstenciones.

Para autorizar a la corte suprema a examinar la denuncia, se requería el voto de dos tercios de la Cámara (342 de los 513 escaños). Para bloquearla, bastaban 172 votos.

El margen de la victoria es algo inferior a la que Temer obtuvo en agosto, cuando frenó una denuncia por corrupción pasiva por 263 votos contra 227.