Hasta Valparaíso llegó este miércoles el ministro del Interior, Mario Fernández, para presentar ante la Comisión de Constitución de la Cámara el proyecto que modifica el capítulo XV de la Constitución y habilita al Congreso para que, por 2/3 de sus miembros, convoque a una Convención Constitucional para avanzar en el proceso hacia una nueva Carta Fundamental.
Así, se dio inicio, al interior del Parlamento, al debate constitucional impulsado por el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. En su presentación, el jefe de gabinete destacó el proyecto como "una linda oportunidad" de discutir las nuevas bases de la configuración política del país. Y, asimismo, subrayó que el Ejecutivo busca llegar a un amplio acuerdo, lo que, a su juicio, se refleja en los altos quórums que se plantean para aprobar esta reforma.
Pero el debate al interior de la comisión fue complejo, graficando el adverso escenario que enfrenta el gobierno, que no cuenta con los votos necesarios luego que RN se cuadrara con la UDI en contra de la iniciativa.
Este miércoles, la discusión estuvo centrada en la idea de que este proyecto no aborda el fondo de lo que debería ser una nueva Constitución y sólo se remite a la forma. El primero en intervenir fue el diputado UDI Juan Antonio Coloma, quien aseguró que la iniciativa de La Moneda es una especie de "cheque en blanco".
En la misma línea, el diputado y presidente de RN, Cristián Monckeberg, emplazó al ministro a sincerar cuál es el objetivo del gobierno en materia constitucional. "Me parece muy bien saber cuál es el plan B del gobierno, porque contando votos y viendo lo que pasa en la Cámara y en el Senado, claramente no hay votos para esto. Entonces, ¿esto es para cumplir? ¿Esto es para poner un check de lo que fue la propuesta programática del gobierno?", dijo. "Los miedos se vencen con confianza, y las confianzas hay que construirlas. Y esto va a terminar mal, para qué venimos con cuentos", agregó.
En este contexto, Fernández admitió que el escenario es complejo y que, por lo mismo, más allá de la aprobación de esta iniciativa, la Presidenta Bachelet enviará de todas formas el proyecto de nueva Constitución, ya sea a una Convención Constitucional -en caso de que se conforme- o directamente al Congreso.
"Si no hay una Convención Constitucional, si no hay una nueva sede, un nuevo tipo de reunión para reformar la Constitución, deberá ser reformada según las normas vigentes ahora, pero de todas maneras la Presidenta enviará un proyecto de reforma constitucional completa", explicó Fernández después de la sesión.
Indicación del PS
En medio de este panorama, desde el oficialismo los diputados del PS, representados por Leonardo Soto, anunciaron que ingresarán una indicación para que sea la ciudadanía la que elija si quiere una nueva Constitución y, además, el mecanismo para modificarla.
La propuesta contempla la habilitación de una "Quinta Urna" en las próximas elecciones de noviembre. "Nos parece que existe un vacío, que no existe un plan B en el caso de que la oposición y los sectores conservadores de la derecha se opongan a esta reforma. En virtud de esto hemos hecho esta propuesta, sobre todo porque da la oportunidad a los chilenos y chilenas de poder expresarse al respecto", dijo Soto.