"Si no cambio yo, cambia el clima". Varias veces durante su discurso que dio inicio oficial al segundo semestre escolar en un colegio de la comuna de El Bosque, la presidenta Michelle Bachelet pronunció esta frase para hacer hincapié de la necesidad de tomar conciencia frente al problema que representa el cambio climático y actuar frente a él.
Para tomar decisiones de manera responsable, la mandataria reiteró que las temáticas de cambio climático y sustentabilidad formarán parte de la base curricular en los colegios y liceos del país, de manera que alumnos de enseñanza básica y media reciban educación ambiental. "Tenemos que tomarnos en serio la consecuencias del cambio climático. Si no hacemos lo que tenemos que hacer, va a avanzar aceleradamente", insistió
Por ello, a comienzos de junio, el Ministerio de Educación (Mineduc) presentó a al Consejo Nacional de Educación (CNED) las Bases Curriculares para 3º y 4º medio en las que se incluye la educación para la sustentabilidad y el cambio climático. Este consejo puede aprobar o no esta solicitud. Si la respuesta es positiva, la temática se integrará al currículum de la educación básica y media. Se estima que antes de fin de año, el CNED decidirá. Si la respuesta es afirmativa, el cambio curricular comenzará en el año 2019.
"Estamos confiados en los efectos que esta política puede tener a largo plazo en las nuevas generaciones. Vemos en la educación ambiental una oportunidad de innovación pedagógica que permita transformar los establecimientos educativos en espacios vivos de aprendizajes", señaló la mandataria.
No será asignatura
La propuesta curricular del Mineduc plantea que la temática se incluya en los ramos de Ciencias, Educación Ciudadana e Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Ya sea en plan común o asignaturas electivas se contemplan varios objetivos de aprendizajes para que los estudiantes analicen y evalúen la fragilidad del medioambiente y la explotación que hoy se hace de los recursos naturales, cómo interactúan el medio y las personas dentro de una sociedad democrática, así como promover una ciudadanía activa y responsable en la promoción y aseguramiento de la sustentabilidad de la democracia y el desarrollo, dice el proyecto.
El objetivo principal es que los estudiantes desarrollen actitudes que los lleven a valorar el medioambiente que hace posible la existencia de sus sociedades, agrega la propuesta.
"Construir una sociedad que se desarrolla sustentablemente depende en gran parte de la educación y de la formación de ciudadanos ambientalmente conscientes. Ese es nuestro objetivo", señaló Bachelet.
La Ley General de Educación N° 20.370, actualizada por la Ley de Inclusión N° 20.845, señala que el sistema educativo chileno tiene entre sus principios el de la "sustentabilidad" y declara que "el sistema incluirá y fomentará el respeto al medio ambiente natural y cultural, la buena relación y el uso racional de los recursos naturales y su sostenibilidad, como expresión concreta de la solidaridad con las actuales y futuras generaciones".
Pero la comunidad científica plantea algunas dudas respecto a cómo se ejecutará el plan académico.
José Maza, astrónomo y Premio Nacional de Ciencias Exactas (1999) aplaude la iniciativa pero dice estar preocupado. "Se quiere imponer un programa para tercero y cuarto medio que reúna en el ramo de ciencias naturales las actuales asignaturas de física, química y biología y tener solo dos horas a la semana. Eso es un desatino y lo hemos discutido en la Academia de Ciencias", dice.
Según el astrónomo, un país como Chile no solo debiera tener contenidos de cambio climático, sino también de ciencias del mar, de geología, sismología, un poco de astronomía y ecología. "Me alegro que se incorpore el cambio climático a los colegios pero necesitamos que nuestros jóvenes tengan cultura científica y eso no pasa solo por tener más información sino también por tener los conceptos básicos de asignaturas como biología, física y química para entender y discriminar la información que están recibiendo. Necesitamos gente educada para que puedan entender los conceptos", insiste Maza.
Para Nelson Lagos, director del Centro de Investigación e Innovación para el Cambio Climático de la U. Santo Tomás, la propuesta hace necesario capacitar a los profesores en esta materia. "No solo se requiere incluir el tema en el currículum, debemos tener profesores capacitados. No es sencillo comprender cómo los cambios físico-químicos influyen en el cambio climático. Eso lo vemos a diario en nuestros estudiantes. Falta una base científica que les permita entender el tema integralmente", indica el académico de la U. Santo Tomás.
Sebastián Vicuña, director del Centro de Cambio Global de la U. Católica también hace hincapié en la capacitación. "Ciencias naturales es el lugar natural donde especializarte. No cualquier persona maneja conocimiento sobre cambio climático. No se han desarrollado los profesores en esa área. Hace ocho años que tenemos un curso de cambio climático y han venido alumnos de carrera de ingeniería, agronomía, biología, pero nunca pedagogías pese a que es abierto a toda la universidad", ejemplifica.
Sí está de acuerdo con que sea un objetivo transversal, porque de otra manera, el cambio climático es imposible abordarlo. "Se debe entender cómo operan los recursos naturales, el clima, la energía, por ejemplo. No se pueden separar en una asignatura", dice.
Nelson Lagos agrega que esta es una gran oportunidad para generar pensamiento crítico en la población y que luego no digan solo "yo no creo en el cambio climático" desde la ignorancia sino que, desde el escepticismo puedan discriminar información y pedir más antecedentes.
Respecto de incluir el tema de manera transversal, Lagos cree que puede ser más efectivo, porque en la práctica, el cambio climático afecta en varios aspectos y finalmente, los jóvenes hoy aprenden más "haciendo" que escuchando o leyendo información que se le pueda entregar en una sala de clases.