La legalización del cultivo y consumo de la marihuana en Uruguay que puso al país en el ojo mundial, al punto de ser calificado como "liberal y audaz" por la revista británica The Economist, se encuentra en una suerte de "suspenso" a la espera de la llegada del sucesor del Presidente José Mujica.
Los resultados del domingo pasado revelaron que el oficialista Tabaré Vazquez obtuvo el 47,14% de los votos y el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou logró 30,57% de los sufragios. Mientras que, en el Parlamento, el oficialista Frente Amplio obtuvo una mayoría de 50 escaños en la Cámara de Diputados y 15 en el Senado.
La ley que fue aprobada el año pasado establece tres formas en las que un consumidor puede acceder a la marihuana. Una de ellas es el autocultivo, mediante el cual la persona podrá tener un máximo de seis plantas. Otra forma es asociándose a clubes, que tendrán un máximo de 45 socios y 99 plantas. La última es comprando en las farmacias la marihuana, que será cultivada por el Estado, punto de la normativa que ha generado más debate.
Así, los candidatos presidenciales que pasaron a la segunda vuelta que se realizará el 30 de noviembre, han expresado sus preocupaciones por ciertos aspectos de la ley. En este sentido, durante la campaña, el aspirante del Frente Amplio, Tabaré Vázquez -favorito para ganar los comicios- planteó su visión sobre el tema, distanciándose de la postura de Mujica. Al ser consultado sobre la venta de marihuana en las farmacias respondió: "Es increíble, pero si la ley lo autoriza, así será. Va a haber una evaluación estricta y muy de cerca sobre el impacto que tenga en la sociedad esta ley. Lo vamos a analizar con mucho cuidado. Y si en algún momento vemos que no funciona, no dudaremos un instante en hacer las correcciones que sean necesarias".
"Supongamos que usted es dueña de una farmacia en un determinado barrio de Montevideo o donde fuera. En ese territorio donde está su farmacia, sin duda actúan narcotraficantes que hacen su negocio y que son implacables... Supongamos que usted empieza a vender marihuana y tiene éxito y el narco del barrio empieza a perder su negocio. Seguramente van a venir y le van a decir que le prenden fuego a su farmacia o que usted va a tener un accidente", advirtió.
Mientras, Luis Lacalle Pou reiteró que de ser elegido modificaría la legislación de la marihuana y revocaría las disposiciones que permiten al gobierno establecer un mercado regulado para el cannabis, pero que los ciudadanos podrían continuar cultivando marihuana para uso personal y la podrían comprar en los llamados "clubes de cannábicos".
Por su parte, farmacias y químicos farmacéuticos han advertido que "no tenemos ni idea de cómo viene la ley, hace como cuatro meses que no tenemos novedades. No tenemos contacto con el gobierno. Está todo parado". Así lo señaló al diario local El País el presidente del Centro de Farmacias, Leonardo Fucks.
En tanto, desde la Asociación de Química y Farmacia de Uruguay (AQFU), su presidenta Virginia Olmos sostuvo a ese mismo medio, que mantienen su posición de renunciar en bloque en caso de que se inste a las farmacias a vender marihuana, pero está esperanzada de que el próximo gobierno revea la reglamentación de la ley. "Estamos esperando que termine la elección para pedirle una reunión al presidente que resulte electo. No tenemos problemas con la ley en su conjunto. Lo único que queremos que se revise es sólo lo que incluye la venta de marihuana en las farmacias", explicó Olmos.
En todo caso, los uruguayos no ven con buenos ojos la entrada en vigencia de la ley en forma completa. Una encuesta divulgada a comienzos de octubre, reveló que el 76,7% cree que el país empeorará o se mantendrá igual una vez que esta legislación entre completamente en funcionamiento.