Una notoria ausencia hubo ayer en La Moneda, mientras la Presidenta Michelle Bachelet anunciaba oficialmente la reforma al sistema binominal, que fusiona distritos y circunscripciones y aumenta a 155 los diputados y a 50 los senadores.
Fuentes parlamentarias dicen que el titular de la Cámara, Aldo Cornejo (DC), se ausentó en señal de molestia por la forma como el gobierno manejó el anuncio de la reforma, que fue presentada ayer en el Congreso. El legislador, que según fuentes DC no habría sido alertado oportunamente, ya se había restado de una cena que la noche anterior encabezó el ministro Rodrigo Peñailillo para socializar la iniciativa.
Hasta antes de esa comida, el jefe de gabinete sólo había compartido el contenido con los presidentes de la Nueva Mayoría. Además de ellos, el detalle lo manejaban el abogado DC Patricio Zapata y los jefes de bancada del PPD y del PS, Pepe Auth y Marcelo Schilling. Los tres fueron los principales ideólogos de la reforma.
Eso molestó no sólo a Cornejo, sino que se extendió al resto del sector, en donde se abrió, además, una preocupación por el aumento de parlamentarios y el rediseño electoral.
Por ejemplo, el distrito de Puente Alto hoy tiene 470 mil electores. Y con la propuesta del gobierno de fusionarlo con La Florida, la nueva zona tendrá más de 700 mil votantes. Otro distrito como Melipilla-Talagante, que ya era el más extenso de la Metropolitana, se fusionará con San Bernardo-Buin. Incluso hay casos de tres distritos que se transformarían en uno, como Santiago, La Granja-Macul y Ñuñoa-Providencia.
Si bien la mayoría de los parlamentarios evitó exteriorizar sus reparos para no salir desmarcándose de la reforma, lo cierto es que el tema tensionó al oficialismo y hubo varias críticas en privado.
El martes pasado en el almuerzo de bancada PS, el presidente del partido, Osvaldo Andrade, transmitió algunos detalles del proyecto -que además del redistritaje considera un sistema "proporcional inclusivo", que utiliza el método del coeficiente D'Hondt, que se aplica en la elección de concejales-, mientras varios legisladores manifestaron su molestia por el redistritaje y porque ese cambio conllevará una mayor necesidad de recursos económicos para las campañas.
Quienes estuvieron presentes dicen que los más duros fueron, entre otros, los diputados Clemira Pacheco, Daniel Melo y Fidel Espinoza. "Estamos por cambiar el binominal, pero hay que buscar fórmulas distintas. Me opongo al aumento de diputados y a la fusión de distritos", escribió Espinoza en Twitter.
La bancada DC también analizó el martes el tema, y se mandató al jefe de los diputados, Matías Walker, para transmitirle a Peñailillo la inquietud por la reserva con que se manejó el proyecto. Así lo hizo el parlamentario al día siguiente, en la cena de la que Cornejo se restó. Los asistentes dicen que el titular de Interior argumentó la necesidad de evitar trascendidos antes de tiempo.
El diputado DC Claudio Arriagada, cuyo distrito se fusiona con Providencia, Ñuñoa y Santiago, dijo que apoyaba el cambio, pero agregó que no veía coherencia entre las realidades de La Granja y Providencia.
"Quiero ver qué va a pasar con los candidatos, si van a privilegiar las cabeceras provinciales y las grandes ciudades", dijo su par PS Denisse Pascal, representante de Melipilla y Talagante.
Los PPD, Jorge Tarud y Enrique Jaramillo plantearon sus reparos por el aumento de legisladores.
La preocupación fue admitida por varios dirigentes. "Sin lugar a dudas, va a haber un conjunto de aprensiones, porque desgraciadamente cuando se abre la competitividad empiezan los temores", dijo Andrade.
Matías Walker, en tanto, dijo que "no podemos establecer distritos y circunscripciones que sean trajes a la medida".