El primer ministro británico, David Cameron fue interpelado durante dos horas en la sesión extraordinaria del Parlamento en Reino Unido, debido al escándalo por las escuchas ilegales en torno al grupo mediático del magnate Rupert Murdoch.
Cameron respondió una a una las interrogantes de los parlamentarios después de pronunciar una declaración en la que se comprometió a "limpiar el desorden" tras el bullado caso, que involucra desde periodistas, hasta efectivos de la policía y que gatilló el cierre del tabloide News of the World.
"Es mi tarea poner orden en este caos", replicaba Cameron durante la audiencia en que fue reprochado varias veces por personeros de la oposición.
Precisamente pese a las exigencias de la oposición, el premier dejó hoy claro que no será él el próximo en irse. Su resoluta intervención en el acalorado debate le sirvió para ponerse por ahora a salvo. En una estrategia similar a la de Murdoch en la víspera, el primer ministro "tory" no permitió que se le acusara de errores individuales. "Lo que ha pasado es grave, pero yo no pude hacer nada", fue su consigna, según señala la agencia Dpa.
El receso por el verano boreal en el Parlamento británico podría concederle ahora una nueva tregua. Después podrían darse cambios radicales en el panorama mediático con la consecuente aparición de nuevas leyes de medios. Cameron también anunció la lucha contra la corrupción en la policía.
Los intentos de la oposición de denunciar la cercanía de Cameron al magnate de 80 años, que abandonó hoy el país rumbo a Estados Unidos, no dieron sin embargo mucho resultado. "Algunos aquí buscan permanentemente el secreto detrás de la cortina, pero no hay ninguno", dijo el premier a sus críticos.
El líder laborista, Ed Miliband, lo acusó de no asumir sus culpas. "¿Qué pensará la gente en el país, que los poderosos actúan sin ninguna responsabilidad?", lo criticó. En los sólo 15 meses de su gobierno, Cameron se reunió al menos 27 veces con altos representantes del imperio de Murdoch, incluso el día de su cumpleaños y en Navidad. Pero Cameron aclaró que nunca hubo "conversaciones inapropiadas" y que no intervino en la oferta de compra de News International por el 100% del canal BSkyB.
El jefe de gobierno también contrató como asesor al ex redactor jefe del extinto "News of the World" Andy Coulson, pese a que éste había tenido que salir del tabloide por el escándalo de corrupción.
"Si hubiera sabido lo que ahora sabemos, no lo habría contratado", se defendió Cameron. Él se disculpará, agregó sin embargo, sólo cuando la culpa de Coulson esté probada.
Tampoco parece extrañar que el premier mencionara hoy también a otros medios como posibles implicados en las prácticas de escuchas ilegales y pago de sobornos. En principio, la implicación de varias empresas mediáticas restaría fuerza a las acusaciones por su cercanía a Murdoch. Los datos sobre infracciones no especificadas de The Daily Mail o el "Mirror" parten de un informe presentado hace ya varias años, comentó en este contexto la analista Claire Enders.
La estrategia de defensa de Cameron podría ser suficiente para que el primer ministro salve su puesto, en vista de la crisis permanente de su coalición de gobierno y de situación económica. Y el propio Miliband parece no estar muy interesado ahora en la salida de Cameron, ya que él ha ganado terreno durante la crisis. El líder laborista fustiga al primer ministro desde hace semanas de "error catastrófico de cálculo" en el caso de Andy Coulson.