En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, el primer ministro británico, David Cameron, aseguró que la intervención aérea en Libia ha sido "necesaria", "legal" y se ha ajustado a derecho. En esta línea, explicó que se avanza en los dos objetivos iniciales fijados por la coalición internacional para aplicar la resolución 1973, aprobada la pasada semana por el Consejo de Seguridad de la ONU.
"La primera era suprimir las defensas aéreas libias y hacer posible la aplicación segura de una zona de exclusión aérea. La segunda era proteger a los civiles del ataque del régimen de Gaddafi. Se ha progresado bien en ambos frentes", manifestó.
Cameron agregó que Muammar Gaddafi había violado la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU al enviar tropas hacia las ciudades controladas por los rebeldes y que le mintió a la comunidad internacional.
"Gaddafi respondió a la resolución de la ONU declarando un alto el fuego, pero enseguida quedó claro que rompió su promesa", dijo Cameron a los legisladores. Por ello destacó que a través de ataques aéreos, las fuerzas de la coalición ayudaron a evitar lo que podría haber sido "una masacre sangrienta en Bengasi".
Horas antes, en Bruselas, la máxima funcionaria de política exterior de la Unión Europea desestimó las preocupaciones de que la coalición que respalda las acciones militares contra el líder libio esté comenzando a resquebrajarse y afirmó que el jefe de la Liga Arabe fue citado incorrectamente cuando se dijo que había criticado la operación.
La OTAN, entretanto, luchaba con sus propias divisiones internas, dado que Turquía ha obstaculizado la participación del bloque en la implementación de la zona de exclusión de vuelos sobre Libia.
ZONA DE EXCLUSION
En tanto, Francia dijo que actualmente participa en forma estrecha en la coordinación de la operación con Estados Unidos y el Reino Unido. Según un jefe militar estadounidense, las fuerzas aliadas extenderán hasta la capital, Trípoli, la zona de exclusión de vuelos, de acuerdo al diario español El Mundo.
Las fuerzas de Estados Unidos y el Reino Unido han lanzado 12 ataques con misiles guiados Tomahawk, y embarcaciones militares de Francia, España e Italia "patrullan la región para impedir los embarques ilegales de armamentos desde y hacia Libia".