El primer ministro británico, David Cameron, regresará esta noche a Londres ante la gravedad de la ola de violencia desatada en la capital.

Así lo confirmó un portavoz de Downing Street a la cadena británica BBC. Cameron estaba de vacaciones en la Toscana italiana.

Una de las principales críticas a las autoridades ha sido la lenta reacción ante los desmanes que comenzaron el sábado en Tottenham.

El viceprimerministro británico, el laborista Nick Clegg, aseguró desde Tottenham que los alborotadores son "criminales oportunistas" que ya han dejado "grandes cicatrices" en la sociedad. "Tenemos que comenzar a conversar para esclarecer todo lo que ha pasado y podamos reconstruirnos, no sólo físicamente sino también socialmente", dijo Clegg, quien atmbién regresó de sus vacaciones ante el desarrollo de los acontecimientos.

"Esto no tiene absolutamente nada que ver con la muerte de Mark Duggan", apuntó Clegg, para quien la violencia registrada en los últimos días es "totalmente inaceptable".

A su vez, la ministra del Interior, Theresa May, suspendió sus vacaciones y volvió a Londres para reunirse de urgencia con las autoridades locales y policiales. "Los responsables de la violencia y los saqueos tendrán que afrontar las consecuencias de sus acciones", aseguró.

La situación se ha vuelto tan compleja que incluso los medios británico darán cuenta de ello con grandes titulares mañana. De hecho la portada del diario The Guardian titulará: la batalla por Londres (The battle for London), según consignó el diario español El País.

TERCERA JORNADA
En una nueva jornada de disturbios, la tercera en Londres, la policía detuvo al menos 215 personas en distintos puntos de la capital, especialmente en la zona este, en el barrio de Hackney.

Los agitadores atacaron a los efectivos con palos, prendieron fuego a vehículos y destrozaron vitrinas de tiendas. Hubo 30 policías heridos. Según la cadena BBC, este último brote de violencia surgió después de que la policía parara y registrara a un hombre sin encontrar nada.

Ayer, los desmanes (que arrancaron en el barrio de Tottenham el sábado) se extendieron a al menos a otros siete puntos de la ciudad. Hoy ya se contabilizaban 11 áreas de conflicto.

Durante el fin de semana, los protagonistas de los altercados -jóvenes en su mayor parte- prendieron fuego a vehículos y edificios, atacaron a los policías con palos y ladrillos, y saquearon tiendas.

Los disturbios surgieron en protesta por la muerte de Mark Duggan, un homber de 29 años que murió la semana pasada tras recibir un disparo de la policía. No está claro si la víctima, a la que se le atribuían vínculos con el mundo de las drogas y las bandas criminales, abrió fuego contra los agentes. Un informe balístico lo esclarecerá este martes.

En Tottenham, los daños en edificios y oficinas oficiales ascienden a varios millones. Anoche en el barrio de Brixton, en el sur de la capital, más de 200 jóvenes arrasaron la principal calle comercial. Y en los barrios de Enfield -en el norte- así como en Walthamstow y Waltham Forest atacaron a policías, también hubo desmanes.

Algunas de estas zonas son conocidas por sus problemas sociales. Entretanto, la familia de Duggan se distanció a través de un comunicado de la violencia destada en las últimas noches y negó que el hombre hubiese disparado a la policía. Está previsto que el funeral del joven se celebre esta noche en Tottenham, por lo que la policía reforzó sus patrullas en el barrio.