Durante sus vacaciones en febrero, el presidente del Senado, Camilo Escalona, recorrió en 10 días la carretera Austral. Hoy regresará a Santiago, para retomar mañana sus actividades en la testera de la Cámara Alta, cargo que dejará este mes. En entrevista con La Tercera, Escalona -uno de los personeros de la Concertación más cercanos a la ex Presidenta Michelle Bachelet- realiza un balance de su desempeño, anuncia que irá a la reelección y aborda los desafíos para la Concertación.
¿Qué objetivos pudo cumplir desde la presidencia del Senado?
El objetivo principal de contribuir al debate de la desigualdad se consiguió de manera muy importante, destacada, tal vez sea lo más significativo de mi gestión. El trabajo que hizo la biblioteca es encomiable, serio, profundo, que no se había hecho en nuestro país, de poder hacer balance económico de región por región.
¿Y cuáles no?
El desencanto con la política. Eso va más allá de mis posibilidades personales, pero yo quería contribuir. Pero hay conductas de personas que no se pueden corregir, tanta reiteración del debate de descalificaciones personales, tanto empequeñecimiento del sentido de la política que en algunos espacios, de manera transversal, se ha instalado eso como una cultura muy difícil de modificar.
¿Ve como una derrota el no haber logrado aprobar la reforma al binominal en su gestión?
No, yo nunca pensé que la derecha lo iba a votar a favor; al contrario, creo que sumar votos que nunca teníamos en relación al tema del binominal fue muy importante, muy significativo. Lamento, eso sí, que se arrepintieran a último momento el senador Francisco Chahuán y Antonio Horvath, pero estuvimos a punto, así es que hay que insistir.
¿Qué planes tiene para el futuro inmediato? ¿Va a repostular como candidato a senador por Puerto Montt?
Mi proyecto personal es continuar en el Senado.
¿Se lo notificó al partido?
Se lo notifico ahora.
¿Está dispuesto a competir en primarias en la X Región con el ex alcalde Rabindranath Quinteros o el diputado Fidel Espinoza?
Con quien sea.
¿Están preparados los partidos de la Concertación para enfrentar este período de elecciones presidenciales? ¿Han resuelto las diferencias internas tras la derrota de Frei?
Estamos a tres años de la derrota de Frei. Muchos apostaron a terminar con la Concertación y a refundar el escenario político, y fracasaron. Los díscolos fracasaron, ahora el pueblo de Chile se reagrupa en torno a Bachelet, no para hacer lo mismo, para renovar la política, hacer las reformas sociales pendientes, pero sobre la base de rescatar lo realizado en 20 años de gobiernos democráticos previos. De manera que después de estar dos años siempre bajo el acoso del discolismo, en lo personal, puedo decir que salimos adelante.
¿Cree que Bachelet será una candidata más fuerte que en 2005?
Mucho más fuerte, porque tiene un apoyo social mayor y más madurez. Hay algunos que apuestan sólo a lo que comienza, pero para poder tener éxito la experiencia tiene un rol, de manera que miramos este año de grandes desafíos con una amplitud mayor, pero con una experiencia que no teníamos antes.
El hijo de la ex presidenta, Sebastián Dávalos, manifestó preocupación por las expectativas que hay frente a su eventual regreso a La Moneda. ¿Comparte ese juicio?
Comparto la preocupación, pero no la filosofía implícita detrás de la preocupación. Lo que yo digo es que ganemos primero, démosle a Chile una amplia base de sustento nacional y configuremos las mayorías para hacer las reformas necesarias. No nos frenemos por el miedo al triunfo electoral.
¿Cómo se conforma esa mayoría?
Con los criterios que mencioné, hay que hacer reformas necesarias sin caer en la aventura. Chile necesita cambios con estabilidad, si nosotros levantamos banderas o consignas maximalistas nos vamos a aislar, que es el viejo error de la izquierda.
¿Qué reformas tienen que abordarse sí o sí?
Es un debate que hay que abrir, pero yo creo que hay que fortalecer la salud pública, la reforma laboral para estabilidad y mejor remuneración, educación pública, término del binominal y universalización de los derechos sociales. Por ejemplo, los derechos a una jubilación que permita vivir con dignidad, por eso estoy por incluir en programa el compromiso para una AFP estatal. Y luego hay que fortalecer las regiones.
¿Bachelet tendrá facultades para poner condiciones a la Concertación, ya sea en el programa de gobierno o en el nombramiento de candidatos a las parlamentarias?
No creo que nadie quiere poner condiciones al aire, pero de repente hay gente que se mira al ombligo y que quiere que la coalición haga lo que ellos quieren. Si hay un liderazgo como el que tiene Bachelet hay que agruparse en torno a ese liderazgo, apoyarlo y no entorpecerlo
¿Es partidario de que el Partido Comunista se incorpore a un eventual gobierno de la Concertación?
No voy a meterme en las definiciones del gobierno que le corresponden a quien tome el liderazgo, en este caso, si la ex Presidenta Bachelet nos va a encabezar en noviembre próximo, a ella le corresponderá configurar el equilibrio necesario en su gabinete.
El PC ha planteado que se debe seguir en las calles.
Si la gente está en la calle para apoyar al gobierno, bienvenido sea, porque efectivamente apoyo social nos faltó en momentos significativos en el gobierno de la Bachelet, como cuando se presentó el proyecto de educación pública. No tuvimos a nadie en la calle que apoyara el proyecto de fortalecer la educación pública de la ex Presidenta Bachelet, y al final, caímos en una triste y penosa negociación con la derecha por falta de apoyo social. De manera que si hay apoyo social para llevar adelante las medidas que el gobierno impulse, me parece fantástico, pero no para atacar al gobierno. Vuelvo a insistir: no se puede ser gobierno y oposición al mismo tiempo.