Noviembre o diciembre de este año sería la fecha que evalúa la Coordinación de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas, para lanzar nuevamente la licitación de la Ruta G21, conocida como Camino a Farellones, que pretende convertirse en la primera carreta de montaña concesionada del país, y que el MOP presentó como uno de los 11 proyectos priorizados en la agenda 2015.

Así lo adelantó el alcalde Lo Barnechea, Felipe Guevara, quien ha analizado la situación con las autoridades de la cartera, luego que en noviembre pasado el concurso quedara desierto por falta de empresas interesadas.

A comienzos de año, en la web de Concesiones del MOP, se publicó un nuevo llamado para el 12 de enero de este año, sin embargo, se pospuso sin fecha definida.

Según el jefe comunal, el MOP concluyó que la falta de oferentes responde a exigencias demasiado altas en las bases de licitación, particularmente la obligación de mantener la vía transitable todos los días del año. "Eso, en una ruta de montaña, que llega a 1.900 metros de altura, es difícil de garantizar", explica el edil.

Guevara añadió que "hemos pedido flexibilizar algunas deficiencias de las bases y ellos (el ministerio) creen que con esos cambios debiera haber interés y se podría lanzar el nuevo concurso en noviembre o diciembre de este año. Esa es la información que me dio el ministro".

Compleja historia

Los problemas para licitar la G21 no son nuevos. La vía ha sido un dolor de cabeza para los últimos gobiernos, independiente de su color político.

El economista y consejero del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), Alvaro González, recuerda que el proyecto se viene estudiando desde el gobierno de Patricio Aylwin, pero se concretó luego que se presentara como iniciativa privada y el MOP la declarara de interés público en 2005. Al año siguiente se anunció por primera vez su licitación.

Se mantuvo en la agenda hasta 2012, cuando el ex ministro Laurence Golborne volvió a anunciar el proyecto con miras a iniciar los trabajos en 2014.

Para González, el mayor problema es que "se trata de asimilar el mantenimiento invernal con el de una ruta normal y eso no es posible. En el caso de la G21, puede que un invierno caiga mucha nieve y se tenga que invertir en sacarla, bajando la circulación de vehículos. O  puede pasar lo contrario, y que sin nieve no haya visitantes. Son riesgos que asume el concesionario y que se podrían compartir".

Hoy, la carretera está a cargo de la Dirección de Vialidad del MOP. Concesionarla requiere una inversión de US$ 107 millones, ya que se contempla intervenir la ruta por tramos, con dobles pistas en los primeros kilómetros, disminuir las curvas de ascenso a los centros de esquí -actualmente son 40- y mejorar la seguridad vial.

En un recorrido realizado por La Tercera, se constataron los problemas de la ruta. Si bien el camino -de una pista por lado- está delineado y señalizado, hay zonas del ascenso sin contención, dificultad para ver vehículos en contra en las curvas más cerradas, camiones tolva que ocupan la mayoría de la vía e incluso es posible encontrar caballos en la calzada.

Centros de esquí

Problemas que se acentúan en invierno, considerando que, según cifras de los centros de esquí, la cantidad de visitantes crece un 10% anual. Thomas Grob, gerente general La Parva, señaló que "este camino es importante para todos los centros de esquí de Lo Barnechea y representa la puerta de acceso a una de las principales industrias turísticas durante la época invernal".

Ricardo Margulis, gerente general de Valle Nevado añadió  que su centro "quiere un nuevo camino. Para eso suscribimos un convenio junto a los otros centros invernales de la zona (El Colorado y La Parva) y la Municipalidad de Lo Barnechea, que significa -en nuestro caso- un aporte de US$ 2 millones para el financiamiento de la nueva ruta".

Pero el camino también tiene detractores. Armando Aldunate, vocero del movimiento "Salvemos la Ruta G21", dijo que "el proyecto de licitación no soluciona el problema, al menos no a los vecinos que viven en los primeros 15 kilómetros. Queremos que la minera AngloAmerican busque un camino alternativo y deje de usar la vía actual. No nos molesta si el camino está licitado o no, nos molesta el tráfico de camiones de la minera".

El reclamo se basa en los accidentes, que los vecinos aseguran se han registrado por el tránsito de camiones. Desde AngloAmerican informaron que han colaborado con las autoridades y que el año pasado suscribieron un convenio con el municipio, comprometiendo un aporte de US$ 16 millones para mejorar las condiciones de vialidad en los primeros 15 kilómetros.