Se inició en Argentina el paro nacional de 24 horas apoyado por partidos de derecha e izquierda y las patronales del campo y convocado por el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, quien enfrenta una crisis dentro de la central obrera por su enfrentamiento con el gobierno.
Se trata de la primera huelga nacional en 12 años.
Los medios de transporte público funcionaban normalmente, al igual que los hospitales. Los bancos, aunque se adhieren al paro trabajan.
Las demandas de Moyano -contra los impuestos salariales- son apoyadas por toda la dirigencia sindical del país y la mayoría de los partidos políticos, incluidos representantes en el parlamento del oficialista Frente para la Victoria, pero muchos de ellos consideran que la huelga es una acción política y otros no comulgan con sectores que decidieron participar de la movilización.
En un inserto publicado hoy en los principales diarios argentinos los gremios que buscan desplazar a Moyano consideraron que el paro se trata de la "búsqueda de un mezquino beneficio personal". Firmada por 19 de los 35 gremios que conforman la CGT se lee: "demandamos la eliminación del impuesto a las ganancias en todos los salarios convencionados y la universalización sin topes de las asignaciones familiares, pero no marchamos detrás de decisiones personales y al lado de los enemigos de los trabajadores que esconden en realidad una clara intencionalidad política".
Aunque el acto está previsto para pasado el mediodía argentino, decenas de personas llegaban de a poco a la Plaza de Mayo, para apoyar a Moyano, quien será el único orador. Con banderas de diferentes sindicatos, los trabajadores empezaban a copar la Plaza.
De alguna manera el paro se siente también en Twitter, donde es uno de los temas del día y miles de argentinos expresan su parecer a favor y en contra de la medida.
Los salarios en Argentina tienen un Impuesto a las Ganancias y lo que exigen gremios y legisladores es subir el techo a partir del cual se realiza ese descuento a los trabajadores. La otra demanda es que las Asignaciones Familiares sean cobradas por todos los asalariados, porque por ahora el beneficio estatal alcanza a los de menores ingresos.
La mandataria, en una conferencia por Cadena Nacional precisó ayer que "el 19% de los empleados paga el impuesto" y el resto "no llega a los mínimos no imponibles", lo cual constituye una clara respuesta de la Presidenta a la demanda para levantar la medida sindical.
FACTOR MOYANO
Esta convocatoria fue lanzada por Moyano el jueves pasado al levantar el bloqueo en las principales refinerías del país, medida que generó un desabastecimiento de combustibles en el país y por la cual Cristina K volvió antes de la cumbre de Rio+20 que se realizaba en Brasil.
Su decisión de levantar esa acción, acordar recomposición de salarios con la patronal de los camioneros por el 25,5 % y desistir de un paro con movilización para el viernes pasado fue leído como un retroceso en su escalada del conflicto con el gobierno debido a la falta de apoyos al interior de la CGT.
De hecho, grupos muy cercanos a Moyano, quien buscará la reelección en el cargo el 12 de julio, decidieron retirarle el respaldo, como el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), que fue el lugar desde el cual Moyano y otros dirigentes peronistas resistieron las políticas neoliberales del gobierno de Carlos Menem (1989-1999).
En tanto, desde la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), una entidad obrera más chica, fracturada y que carece de personería jurídica, se criticó la postura del Moyano.
Su secretario general, Hugo Yasky, consideró que el dirigente camionero "le hace el caldo de cultivo a la derecha, que ya no sabe qué hacer para desgastar al gobierno".
Tanto el alcalde de Buenos Aires, el derechista Mauricio Macri, como las patronales rurales, el político de derecha Francisco de Narvaez y dirigentes sindicales como el gastronómico Luis Barrionuevo respaldan a Moyano ahora, tras años de defenestrarlo, al igual que partidos menores de izquierda.