Tres plantas de reciclaje, que cumplen distintas características y funciones, todas respaldadas por inversionistas extranjeros, buscan eliminar el 25% de los residuos que los municipios acumulan al año en la Región Metropolitana para 2020. De esta forma lo aseguró el gerente de la Empresa Metropolitana Disposición y Tratamiento de Basura (EMERES), Jaime Cataldo, a La Tercera.
El nuevo escenario significará un cambio radical de sistema de recolección de basura para los municipios de la capital.
Según Cataldo, "deberán asumir que ya no tienen solo que recoger la basura y llevarla a un vertedero, sino también la capacidad de tratar los residuos y reciclarlos, respondiendo a una necesidad ciudadana".
Emeres se encarga al menos de 1 millón 600 mil toneladas anuales, sumando desechos orgánicos e inorgánicos.
El 8 de agosto, la Asamblea de la empresa, debe votar la aprobación de la planta de reciclaje que comenzaría a funcionar a mediados de 2014 en Puente Alto, instalándose como el primer proyecto aprobado. "Existen todos los permisos para ponerla en funcionamiento y todos los miembros de Emeres apoyan la inversión".
Las otras dos plantas corresponden a una de "metalización seca de residuos orgánicos", que busca instalarse en San Bernardo y a una para "residuos voluminosios", que se ubicará en La Pintana. "Ambas ya cuentan con inversionistas extranjeros y existen las áreas disponibles para construirlas", según Cataldo.
EMERES se conforma por 21 comunas de la capital, entre ellas, se encuentra Providencia, Ñuñoa, Macul, Peñalolén, La Florida y La Reina. Del total, "al menos 14 de ellas han manifestado que cambiarán radicalmente el sistema de recolección de basura, a través de los camiones destinados para este fin", indicó Cataldo.
En efecto, el cambio marcará un hito. Los municipios que tengan la disposición, deberán pasar dos veces por semana, una para llevarse materiales orgánicos y otra recogiendo inorgánicos.
El presidente de EMERES, explicó que el ejercicio es parte de la gestión que se debe realizar para llegar a la reducción del 25%. Lo positivo, según Cataldo, es que entregar los desechos a estas plantas, tendrá un costo cero para las comunas comprometidas.
"Las plantas estarán a disposición del resto de las comunas, tomando en cuenta ello, favorecerá a la Región completa", agregó Cataldo.
PUENTE ALTO: LA MILLONARIA INVERSIÓN ESPAÑOLA ÚNICA EN LATINOAMÉRICA
En medio del "Seminario Internacional de Gestión de Residuos: Un desafío regional y local", que convoca esta semana a especialistas en la materia, desde Green Alliance y la empresa Picvisa, ambas de representación española, explicaron a La Tercera que la planta de reciclaje que se ubicará en Puente Alto, "solucionará 150 mil toneladas de basura al año, de los casi 2 millones que debe eliminar Emeres, representando el 30% de los desechos".
De aprobarse en agosto, comenzará a funcionara mediados de 2014.
Según Oriol Serra presidente de Green Alliance y Vicente Seguí Pascual, Presidente de PICVISA, "el proyecto es único en Latinoamérica, posicionará a Chile y permitirá reducir costos para los municipios de la Metropolitana, tanto como para el país".
Para Serra, "es arqueológicamente sano. No emites, sino que recuperas contaminación. Por ahora los municipios dedican del 20 % a los residuos, pero nosotros ofrecemos una solución gratuita. En Chile las personas ven la basura como algo que molesta y no tiene valor, pero la verdad es que es absolutamente rentable para el país trabajar los residuos", dijo.
La planta reciclará plástico, vidrio, papeles y cartones, en medio de una tecnología que reduce las emisiones de CO2, ahorra energía en el proceso y se crea materias primas.
"El aluminio, por ejemplo, se paga mejor en China y tiene poco consumo en Chile. Existe un mercado internacional con precios internacionales y las materias primas se pueden fácilmente vender como cualquier material", indicó Serra.
El proyecto de Puente Alto costará en su primera etapa sobre los 30 millones de dólares. En su segunda y tercera etapa, alcanzará una cifras de al menos 70 millones de dólares, según sus inversionistas.
Se trata de la primera planta en el país que reciclará desechos "con cero" intervención humana.
"Todo se va redirigiendo a una selección automática. Las tradicionales tienen personas que separan los desechos. Se va redirigiendo a partir de cintas y luego seleccionando por medios ópticos. No existe contaminación, ni combustión. En pantalla computacional se separara en colores incluso y luego por un soplado de neumático", explicó Seguí.