Si bien nació en Argentina, en repudio a la violación y asesinato de una joven en Rosario, la campaña en redes sociales "Ni una menos" cruzó las fronteras y, desde este lunes, se viralizó con fuerza en Chile, como protesta frente a la violencia contra la mujer.
Bajo el lema "Ante la violencia machista, sonoridad" , una imagen con el hashtag #NiUnaMenos se difundió rápidamente, reemplazando las fotos de perfil en las redes sociales de quienes apoyan el movimiento, y anunciando el encuentro programado para hoy, a las 19 horas, en Plaza Italia, así como en otras 21 ciudades del país.
En el caso chileno, el descontento acumulado explotó en internet tras el asesinato de Florencia, una menor de 10 años, que fue atacada y enterrada en Coyhaique por su padrastro, junto a dos femicidios en Puerto Montt en menos de cinco días, los que suman 39 muertes durante 2016.
"La verdad es que el descontento traspasó a las organizaciones feministas y se masificó en la conciencia de todas las mujeres. No quedó sólo en un llamado feminista, sino que las mujeres, en general, están convocando para salir a repudiar lo que ocurre", precisó Lorena Astudillo, vocera de la Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres, una de las organizaciones convocantes en Chile.
Para la dirigenta, este proceso es la culminación de un trabajo de denuncia por parte de las propias mujeres frente al acoso callejero, en el Metro o en los centros de estudio: "Conductas que se habían naturalizado y que hoy se están denunciando. Por eso, este movimiento ciudadano viene a resumir el deseo de parar con estos abusos y generar políticas públicas a la altura".
Según Claudia Dides, vocera de la Corporación Miles, el masivo apoyo a la campaña "habla muy mal de la sociedad chilena, de las políticas públicas y de los propios políticos, porque finalmente las leyes son insuficientes para proteger del machismo a las niñas y mujeres".
Violencia encadenada
Para Jéssica González, directora de proyectos de Comunidad Mujer, los últimos hechos brutales de violencia "deben también movilizar a los hombres, y a todo tipo de organizaciones, a las empresas privadas y a los medios de comunicación. Es un llamado a la sociedad en su conjunto. Todos deberíamos estar protestando y no ser indiferentes. El silencio es cómplice de la violencia".
Tomás Honorato, director ejecutivo de la Fundación Honra, que promueve la equidad de género y el buen trato en las parejas, sostiene que es clave la participación masculina en la erradicación de la violencia contra la mujer. "Estamos acostumbrados a pensar que esto sólo les compete a ellas. Pero si como hombres no nos hacemos cargo, es muy difícil que exista un verdadero cambio a nivel cultural".