La próxima semana la Fórmula 1 debutará en India, el circuíto de Buddh será el escenario a un evento histórico para un país que la pobreza y el hambre azota hace años, y para la preparación de esta competencia se expropiaron muchos terrenos a campesinos lo cual ha traído más de un dolor de cabeza a los organizadores.

Tristemente para los amantes de la F-1 los intentos por tener todo listo ha encontrado más de un problema, y estos no acaban con el paso de los días, especialmente por los reclamos y amenazas de los campesinos que piden ser compensados por las tierras que se les fueron quitadas.

Nuevos sitios de trabajo, que reemplacen los perdidos juntos con los terrenos de cultivo que les fueron quitados, además de dinero a cambio del daño provocado son las principales peticiones de esta gente que se siente pasada a llevar.

Cerca de tres años y 400 millones de dólares ha sido la inversión de la empresa encargada de la construcción del circuíto, quienes reconocen estar preocupados por las amenzas de los campesinos. "El trazado está construido sobre terreno adquirido a los agricultores y del desarrollo de toda la zona se beneficiarán también los residentes locales", se defienden desde la empresa.

Los reclamos se argumentan en que es una antigua ley en la que se basan las autoridades para expropiar las tierras y comenzar a trabajar en la construcción del circuíto que albergará el Gran Premio de India. Además, es una tierra agrícola de cultivo, donde los campesinos aseguran no está permitido construir con fines industriales.

Mientras sigan sin ser escuchados los afectados dicen que desde el próximo viernes 28 iniciarán manifestaciones en búsqueda de boicotear el inicio de la competencia, la inauguración oficial y también el desarrollo del GP.