Las patronales rurales de Argentina anunciaron hoy que realizarán una nueva huelga comercial en protesta contra las políticas hacia el sector que aplica el gobierno de Cristina Fernández, que se niega a bajar los impuestos a las exportaciones de granos.

La huelga, la tercera en lo que va del año y la octava desde que se inició el conflicto en marzo de 2008, se iniciará en la medianoche del próximo viernes y por siete días supondrá la no comercialización de granos con destino a industrias y exportación y el no envío de ganado en pie a los mercados de hacienda.

La nueva medida de fuerza fue resuelta en una reunión celebrada hoy por los dirigentes de la Federación Agraria, la Sociedad Rural, las Confederaciones Rurales Argentinas y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), que representan a unos 290.000 productores.

En rueda de prensa, el titular de Coninagro, Carlos Garetto, dijo que espera que el nuevo cese de comercialización "sirva" para hacer "recapacitar y reflexionar" al Gobierno.

La convocatoria a la nueva huelga comercial se concreta horas después de que Fernández vetará una ley de emergencia agropecuaria aprobada por el Parlamento la semana pasada con el aval oficialista, pero que contenía bajas y hasta eliminaciones de los derechos de exportación de granos en distritos de la provincia de Buenos Aires.

Los impuestos a las exportaciones de soja, girasol, trigo y maíz son el eje de un conflicto desatado en marzo del año pasado entre las patronales agrarias y el Gobierno, que se niega a bajar la presión tributaria.

Garetto dijo que el veto a la ley de emergencia agropecuaria, una norma que daría de "algo alivio" a los agricultores afectados por la grave sequía que afectó al país, fue "la gota que rebasó el vaso".

El dirigente dijo que además hay "malestar en el campo" porque tras la reunión que las patronales mantuvieron el 31 de julio pasado con ministros del Gobierno, los productores no han recibido "ninguna respuesta" a las propuestas elevadas por las entidades rurales para resolver la "grave crisis" que afecta al sector.

El dirigente de Coninagro indicó que una vez que finalice la nueva huelga, las patronales mantendrán un "plan de lucha" y permanecerán en "en estado de sesión permanente para evaluar los pasos a seguir".

Los dirigentes agropecuarios reiteraron que aspiran a que luego del 10 de diciembre, cuando cambie la composición parlamentaria tras la derrota del oficialismo en los comicios de junio pasado, el Legislativo debata iniciativas que mejoren la situación del sector.