El gobierno canadiense defendió este jueves sus acciones en Afganistán, después de que uno de sus diplomáticos testificara el miércoles que Ottawa entregó detenidos afganos a Kabul para ser torturados.
"Siempre hemos tomado seriamente nuestras responsabilidades con respecto al tratamiento de prisioneros talibanes y esperamos que el gobierno afgano haga lo mismo", dijo en el Parlamento canadiense el ministro de Asuntos Exteriores de este país, Lawrence Cannon.
Ayer miércoles, Richard Colvin, el máximo responsable diplomático de Canadá en Afganistán durante 2006 y 2007, señaló que prácticamente todos los prisioneros capturados por los soldados canadienses durante esos años fueron torturados, a sabiendas de Ottawa, tras ser entregados a las autoridades de Kabul.
Colvin también afirmó que la Cruz Roja Internacional intentó advertir a las autoridades militares y civiles canadienses en Afganistán de la situación pero que Ottawa no quiso atender al organismo humanitario.
Durante su estancia en Afganistán, Colvin envió 17 informes a altos funcionarios del gobierno canadiense, incluidos consejeros del primer ministro, Stephen Harper, pero sólo consiguió que Ottawa ordenara que cesase de informar por escrito.
Cannon dijo este jueves que cuando el Gobierno ha tenido información sobre "alegaciones específicas de abusos", han actuado.
Los representantes gubernamentales identificaron hoy en todas sus intervenciones públicas a los detenidos como "talibanes" a pesar de que Colvin testificó ayer ante un comité parlamentario que en muchos casos eran ciudadanos sin vínculos con los insurgentes.
El socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) solicitó la formación de una comisión de investigación para seguir las alegaciones de Colvin.
Por su parte, el gobierno atacó la credibilidad de Colvin a pesar de que actualmente ocupa un destacado puesto en la embajada canadiense en Washington, encargado de temas de inteligencia, que le permite tener acceso a documentos confidenciales y secretos.
El ministro de Defensa canadiense, Peter MacKay, mencionó que las acusaciones de Colvin no tienen ningún fundamento.
"No ha habido una sola alegación probada de abuso que implique a los prisioneros talibanes transferidos por las fuerzas canadienses", afirmó el ministro.
Hoy el Ministerio de Defensa anunció que MacKay se reunirá mañana en Halifax con el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates.
Varios comentaristas políticos han señalado que la actual doctrina militar estadounidense condena las torturas contra prisioneros afganos por estar demostrado que estas alegaciones aumentan el apoyo contra los insurgentes talibanes.