La alianza de Canal 13 y TVN para organizar el Festival de Viña tomó por sorpresa a la industria hace cuatro años y se convirtió en una modalidad inédita para el certamen. Y, aparentemente, también quedará en los libros como un experimento único.

Porque a poco menos de dos meses de que se cierre el periodo para presentar propuestas en la nueva licitación, en ambas televisoras reconocen que no se han reunido a conversar la posibilidad de continuar con la sociedad.

Además, en un dato más elocuente, una alta fuente ejecutiva de la señal pública asegura: "La única forma de que se repitiera la fórmula es manteniendo las mismas condiciones. Si no, iríamos solos, porque tenemos la pantalla caliente y estamos en condiciones".

Esas condiciones tendrían nuevamente a la estación católica como responsables de casi todo el financiamiento, en un momento en que atraviesa  una difícil situación económica.

Pero, además, en TVN precisan que al momento de analizar una posible oferta para la licitación en solitario, también considerarán que el certamen se ha "depreciado", como explica el mismo importante personero, porque ahora los artistas resultan más caros, es más difícil contratarlos y es casi imposible conseguir exclusividad, por la gran cantidad de conciertos que se realizan en Chile durante el año.  

En Canal 13, por su parte, una fuente ejecutiva afirma que están interesados en seguir con el Festival y que tienen que "evaluarlo". Pero dentro de la industria hay quienes advierten lo complejo de una posible oferta de su parte.

"Creo que Canal 13 no tiene la situación económica para arriesgar en un proyecto tan caro cuando una empresa tiene problema de recursos, no tiene posibilidades de margen de error", opina el ex director de programación de la estación católica Vasco Moulián, haciendo alusión a los alrededor de US$ 70 millones que adeuda UC-TV.

Mientras que otra fuente agrega otro elemento que complica el escenario de la televisora: hasta que el nuevo rector de la Universidad Católica no asuma su puesto, lo que ocurrirá en marzo, el nuevo director ejecutivo de la estación, Jorge Herrera, no se confirmará oficialmente en su puesto, por eso, apunta, "no está en una posición política como para tomar una decisión tan importante".

En la Municipalidad de Viña del Mar, en tanto, un personero del municipio apunta que "la sensación que quedó no fue buena, porque sentimos que no cumplieron con las expectativas".

LA HISTORIA TRAS LA INEDITA SOCIEDAD ENTRE LOS CANALES
En un principio, la idea de la sociedad entre ambos canales para organizar el certamen era que  "se compartiera todo: costos, riesgos y utilidades", como recuerda un cercano a la negociación.

Pero el entonces gerente general de la estación católica, Sergio Cavagnaro, propuso que ellos hicieran casi la totalidad de la inversión y que se disminuyera la participación de TVN. La idea, explican, era que al hacer todo el gasto, se quedarían también con todas las utilidades al comercializar las dos pantallas.

Según anticipaban, los precios de los avisos serían entre un 30% y  un 40% mayor que lo habitual y con mejores ventas, gracias al atractivo para los auspiciadores de aparecer en ambas televisoras. Pero el cálculo falló, porque aunque los precios subieron, no lo hicieron en una proporción suficiente para justificar la mayor inversión. Entre las razones para lo ocurrido está que el rating no aumentó como se esperaba, sino que se repartió entre las dos señales.

"La alianza fortaleció a los dos canales, porque evidentemente se nutrieron mutuamente de la fiesta de la chilenidad que es el Festival", opina Ricardo de la Fuente, director general de dos de los cuatro certámenes.

Y agrega: "Todo se hizo con transparencia y con las reglas del juego muy claras". De hecho, la relación entre ambos estaba estrictamente regulada por un protocolo, con acuerdos que indicaban, por ejemplo, desde que entre los programas de ambos canales hubiera respeto en el trato mutuo, hasta la repartición de los jurados.

Esto último fue uno de los temas que, cuentan, estaban entre los más debatidos. Otras fuentes matizan, y apuntan que la señal pública sacó los mejores dividendos de la sociedad. "TVN quedó con la pantalla encendida, posicionó a sus rostros, identificó al canal con el Festival y casi no invirtió", dice una fuente de la industria.